La Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) presenta la séptima entrega de la serie que dedica a los académicos más notables de su centenaria historia, en esta ocasión a otro de sus personajes ilustres: el reconocido literato José María Pemán (1898-1981), activista monárquico, poeta, dramaturgo, escritor, articulista y reconocido orador. Otra de las grandes figuras de la ciencia y el pensamiento que han formado parte de la RAED y que la actual Junta de Gobierno quiere agradecer, reconocer y reivindicar, en el convencimiento de que quien no tiene memoria, no tiene futuro. La selección de estos selectos académicos, de todos los ámbitos del conocimiento, es fruto de la investigación llevada a cabo para la publicación del «Libro del Centenario» de la Real Academia, editado hace ya tres años. Personalidades que trascienden su contexto histórico para aparecer hoy en día como referentes del saber.

Nacido, criado y educado en Cádiz, cursó la carrera de Derecho en la Universidad de Sevilla y se doctoró en la Universidad de Madrid con la tesis «Ensayo sobre las ideas filosófico-jurídicas de ‘La República’ de Platón». Su pronta vocación literaria le llevó a cultivar todo tipo de géneros, aunque destacó por su teatro poético y sus comedias de ambiente andaluz. Su tradicionalismo religioso y sus convicciones monárquicas lo convirtieron en referente intelectual de los sectores conservadores durante la dictadura de Primo de Rivera y la República.

Al finalizar la guerra civil fue nombrado director de la Real Academia Española de la Lengua, cargo al que renunció pocos años después para que Ramón Menéndez Pidal, exiliado durante el conflicto y también académico de honor de la RAED, recuperase el cargo. Pemán, entonces, se dedicó por completo a la actividad literaria. Colaboró con asiduidad en prensa, y redactó comedias costumbristas y de corte castizo, que fueron representadas en algunos teatros de Madrid. «La casa» (1946), «Callados como muertos» (1952), «Los tres etcéteras de don Simón» (1958) y «La viudita naviera» (1960) son algunas de sus obras dramáticas más exitosas.

Su actividad en la entonces Academia de Doctores del Distrito Universitario de Barcelona aparece recogida ya en los Anales de la institución que recogen los trabajos presentados entre los años 1945 y 1953, y su nombramiento como académico de honor está recogido en 1966. Entre los discursos que la Real Academia guarda con celo se encuentra su «La poesía y la medicina ante la muerte». Pemán fue, además, el guionista de varias películas representativas del nacional-catolicismo. Como narrador, destacó por las novelas de humor ligero, como «Romance del fantasma y doña Juanita» (1927), «Volaterías» (1932), «De Madrid a Oviedo» (1932), «Señor de su ánimo» (1943), «La novela de san Martín» (1955) y «De Madrid a Oviedo pasando por las Azores» (1964). Su obra prolífica poética se caracteriza por su sencillez, con obras de referencia como «De la vida sencilla» (1923), «Señorita del mar» (1934) y «Poema de la Bestia y el Ángel» (1938).