Pedro Clarós desvela los datos de un macroestudio que determina los beneficios de cantar durante la niñez
El reconocido otorrinolaringólogo y cirujano Pedro Clarós, académico de número y vicepresidente de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó el pasado 26 de noviembre en una sesión científica que la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) celebró en Madrid con la conferencia «Las voces en los coros infantiles, muda de la voz y sus alteraciones». En ella, el también académico correspondiente de la RANM desveló los resultados de un amplio estudio con niños cantores que demuestra cómo éstos presentan un índice mucho menor de alteraciones en la voz que los que no realizan esta práctica.
La investigación tuvo lugar durante un año y medio e incluyó los resultados de encuestas sobre síntomas y posibles factores de riesgo, así como los datos de la exploración directa de las laringes de estos niños realizada por el equipo médico de la Clínica Clarós, que el mismo académico fundó y dirige, mediante la práctica de la exploración de sus laringes con videolaringoestroboscopia para determinar posibles lesiones en las cuerdas vocales en los niños tanto coristas como los no coristas. La patología más frecuente detectada fue la disfonía por aumento de la tensión muscular (DTM).
«Lo más interesante del estudio, realizado sobre más de un millar de niños, fue descubrir que en el grupo de niños que no cantaban las alteraciones de la voz eran mucho más frecuentes. Un 32,4% de los niños no cantores sufrían esta alteración frente al 15,6% de los niños cantores. Estos resultados son muy diferentes de lo leído en la bibliografía al respecto ya que se han hecho con grupos muy escasos de estudio, sin embargo creemos que nuestra experiencia con un grupo tan grande de pacientes nos da el derecho de hacer esta afirmación», explicó Clarós en su presentación.
Para el académico, las razones que explican estos resultados son, básicamente, la elevada conciencia de los padres, de los directores de los coros infantiles y de los propios niños sobre la importancia de preocuparse por la voz y las cuerdas vocales, además del control frecuente del laringólogo, el valor que se concede a enseñar a los coristas a usar la voz correctamente, con ejercicios de voz que deben practicar regularmente, y la colaboración de un terapeuta del habla. Unos cuidados que la población infantil en general no tiene. «Los síntomas relacionados con Ia voz se detectan más rápidamente bajo la vigilancia de un entorno profesional; así, por ejemplo, el reflujo como síntoma es mucho más frecuente en el grupo de niños que no cantan, pero el diagnóstico de enfermedad de reflujo hecho por un médico es mucho más frecuente en el grupo de niños coristas», explicó Clarós.
De ahí que la principal conclusión expuesta por el académico es que cantar en un coro de niños tiene una influencia beneficiosa para la voz. Por otra parte, para Clarós resulta también muy recomendable que todos los niños, canten o no, revisen su estado vocal en alguna ocasión siempre que se considere necesario.