Pedro Nueno explica el ambicioso proyecto con el que China quiere abrirse al mundo
Pedro Nueno, titular de la Cátedra Fundación Bertrán de Iniciativa Empresarial de la Escuela de Negocios IESE, presidente de la Escuela de Negocios Internacional China-Europa y académico de número electo de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), explica cómo el ambicioso proyecto de la nueva Ruta de la Seda que impulsa el Gobierno chino trata de abrir el gran país asiático al mundo, consolidar a China como la primera economía del mundo y su sociedad se integrará definitivamente en un mundo globalizado. Nueno reflexiona sobre éste y otros proyectos chinos en el 70.º aniversario de la fundación de la República Popular.
«He tenido la ocasión de hablar a solas en dos ocasiones con el presidente de China, Xi Jinping. Su estrategia es sencilla, la llama la nueva Ruta de la Seda. Xi Jinping quiere abrir China al mundo y conseguir que el mundo se abra a China. A nivel interno su objetivo es reducir el número de personas que viven en un nivel de pobreza, mejorar la sanidad y hacer más fácil su acceso y mejorar la educación. Para ello, China impulsa proyectos ambiciosos y el presidente chino presenta periódicamente los avances. Políticamente quiere mantener la paz con todo el mundo y su reacción a las amenazas norteamericanas que van desde cerrar su mercado a empresas líderes mundiales como Huawei hasta que naveguen por las costas de China y sus zonas marítimas portaaviones y barcos de guerra no han comportado ningún tipo de reacción», explica.
Nueno incide en el talante negociador de Xi Jinping y lo considera clave para que la economía y la sociedad china progresen sin altibajos. «Gracias a esta excelente gestión podemos decir que China va muy bien. A veces la prensa habla negativamente del crecimiento chino porque se sitúa cerca del 6% y hace unos años superior al 7%. Pero el 6% actual está mucho mejor repartido. Hace unos años los empresarios importantes de Shanghai, Pekín, o Shenzhen conseguían crecimientos de dos dígitos en estas grandes ciudades que reúnen a gran número de empresas potentes.
Hoy se ha conseguido repartir el crecimiento mucho mejor en todo el país incluyendo las zonas pobres del oeste de China. Para el presidente Xi Jinping conseguir cada año sacar a millones de personas del nivel de pobreza es uno de sus objetivos», considera.
Para el académico electo de la RAED, la educación es otro de los aspectos que ha mejorado notablemente, y destaca cómo China ha abierto la posibilidad de que instituciones de formación y universidades de todo el mundo pudiesen establecer acuerdos de colaboración con universidades e instituciones chinas. «Desde mi posición como fundador hace 25 años de la primera escuela de dirección de empresas en China puedo decir que la valoración que los chinos tienen de la formación ha llevado a que cientos de miles de jóvenes chinos salieran a formarse al mundo. La mayoría regresa a China y sin duda ello contribuye a que muchas empresas chinas y extranjeras puedan desarrollar actividades avanzadas en temas como la investigación y desarrollo, la innovación tecnológica, la logística avanzada, la digitalización y todos sus resultados. No cabe duda de que con su buena gestión y sus enormes dimensiones China avanzará como primera economía del mundo, pero muy abierta a su integración internacional», concluye.