Frederic Borràs, reconocido auditor y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), alerta de los riesgos e incertidumbres que constituye el sistema de seguridad en las transacciones monetarias Blockchain, en tanto que no está regulado ni avalado por ningún gobierno o institución de prestigio ni existe ninguna legislación al respecto. De la misma manera que no existen normas contables que contemplen su utilización. Borràs realiza estas reflexiones en el artículo «¿Estamos preparados para el Blockchain?», publicado por la revista Actualidad Fiscal y Económica en su edición del 31 de enero y por el diario Expansión el 22 de febrero.
Para el académico, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales y fundador de la reconocida firma Morera Asesores & Auditores, «estamos ante uno de aquellos casos en que la realidad va muy por delante de la legislación. Una vez se desarrolle esta normativa podrá verificarse su correcta aplicación en la auditoría. Pero tenemos que tener en cuenta que no hay ninguna tecnología que sea completamente segura, por lo que con toda probabilidad las plataformas de Blockchain tendrán también sus debilidades».
Blockchain es un mecanismo basado en el entrelazado de algoritmos que vienen a definir una transacción, como es el caso de las que se realizan fuera de los mercados entre criptomonedas como el Bitcoin. El sistema es abierto, compartido y reconocido por una comunidad que avala cada operación. Sin embargo, no existe ningún regulador convencional, con el posible resultado de una burbuja de consecuencias inciertas. De ahí que Borràs apele a la prudencia.
«La Comisión Nacional de Mercado de Valores ha anunciado que está estudiando emitir recomendaciones sobre su utilización, en tanto que las autoridades reguladoras de Estados Unidos ya han emitido unas recomendaciones a los directivos de las empresas que utilizan la tecnología de Blockchain en transacciones, que aún son bastante generales y hacen especial énfasis en que hay que llevar los registros contables apropiados y mantener el sistema de control interno necesario sobre la información financiera de tal forma que el auditor pueda verificarlo, en caso de que sea requerido».