
Dr. Pablo Umbert
Pablo Umbert, director del Servicio de Dermatología Pablo Umbert en la Clínica Corachan de Barcelona, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña, académico de honor de la Sociedad Catalana de Dermatología y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), publicó el pasado 10 de junio en el canal Salud&Vida de la edición digital del diario «La Vanguardia», el artículo «Desmitificación del cáncer cutáneo: información científica y realidades clínicas», en el que trata de aportar luz sobre los diferentes tipos de cánceres que se presentan en la piel, su evolución y su tratamiento, ya que no todos tienen el mismo grado de agresividad ni evolucionan de la misma manera. El experto aconseja en cualquier caso no alarmarse, ya que actualmente el diagnóstico suele ser bueno y en un 90% de los casos se curan.
«El desconocimiento sobre el cáncer y sus distintas manifestaciones ha generado numerosos malentendidos y temores infundados. La palabra cáncer sigue siendo un tabú que asusta y paraliza a muchos pacientes. Sin embargo, es fundamental comprender que no todos los cánceres cutáneos tienen el mismo grado de agresividad ni evolucionan de la misma manera. Si bien los medios de comunicación pueden desempeñar un papel positivo al informar sobre avances científicos, muchas veces inducen a confusión o generan expectativas irreales al difundir hallazgos parciales y fuera de contexto», inicia su reflexión el académico.
Umbert define de forma sucinta las etapas que presentan estas afecciones y alerta sobre la habitual confusión de términos como displasia, mitosis, carcinoma o tumor invasivo, que no deben interpretarse como diagnósticos definitorios de gravedad, sino como descripciones morfológicas que ayudan a definir el tratamiento más adecuado. En este sentido, se refiere a la técnica de Mohs, con la que junto a su equipo ha abordado durante años los distintos tipos de cáncer cutáneo. «A diferencia de otros tumores, el cáncer cutáneo suele ser visible, palpable, medible y de fácil acceso, lo que facilita la realización de pruebas diagnósticas, donde la biopsia se mantiene como la principal solución», explica.
«El diagnóstico precoz es clave, pero no debe generar ansiedad innecesaria. Más del 90% de los cánceres cutáneos son curables, incluso algunos melanomas, si se detectan a tiempo. El paciente debe recibir información clara, un diagnóstico preciso y una valoración equilibrada de las distintas opciones terapéuticas. Los avances en dermatología oncológica y los límites del tratamiento dependen del conocimiento y la experiencia del profesional. El último avance no tiene por qué ser el más idóneo. En casos complejos, los comités oncológicos multidisciplinarios son fundamentales para definir estrategias terapéuticas óptimas. El sentido común sigue siendo una virtud fundamental para valorar múltiples factores y tomar decisiones equilibradas y personalizadas», concluye.