Dr. Francisco González Redondo

Dr. Francisco González Redondo

Francisco González Redondo, profesor de Historia de la Ciencia en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid y colaborador de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), pronunció el pasado 12 de diciembre en el Salón Príncipe de Asturias del Centro Asturiano de Madrid la conferencia «Los orígenes de la inteligencia artificial», en la que sitúa los antecedentes de una tecnología disruptiva llamada a cambiar el mundo, destacando en su desarrollo la figura del ingeniero e inventor español de finales del siglo XIX y principios del XX Leonardo Torres Quevedo, considerado en su día como «el más prodigioso inventor de su tiempo», al que González Redondo ha dedicado diversos artículos.

El ponente inició su intervención ofreciendo una visión histórica sobre el desarrollo de la inteligencia artificial hasta la eclosión de la herramienta generativa ChatGPT, creada por OpenAI en 2023, un hito que ha llevado a la sociedad a cuestionar la capacidad de las máquinas para pensar. En este sentido, González Redondo recordó la pregunta planteada por Alan Turing en 1950 sobre si las máquinas pueden imitar el pensamiento humano, lo que establece un contexto fundamental para la discusión sobre la inteligencia artificial.

Leonardo Torres Quevedo

Leonardo Torres Quevedo

Sobre las aportaciones concretas de Torres Quevedo en el desarrollo de esta tecnología, el experto señaló que este científico definió características de los autómatas y anticipó la idea de que no era necesario construir una máquina inteligente, sino que el constructor debía poseer inteligencia. Torres Quevedo, de hecho, es reconocido por haber presentado en 1913 el primer autómata ajedrecista, que demostraba que una máquina podía decidir su siguiente jugada en función de las circunstancias del juego. A lo largo de su carrera desarrolló conceptos teóricos y prácticos sobre la automatización y la inteligencia artificial, incluyendo el diseño de un computador electromecánico en 1910 y el aritmómetro electromecánico en 1920. A pesar de su impacto, referido en el Congreso Internacional de Cibernética de 1951, su legado ha sido en gran parte olvidado, aunque su visión sobre la automatización y la inteligencia artificial sigue siendo relevante en la actualidad.

El colaborador de la RAED también revisó el avance de las computadoras en la primera mitad del siglo XX, destacando la influencia de figuras como Alan Turing, Norbert Wiener y Claude Shannon en el desarrollo de la cibernética y la computación. «Para automatizar el trabajo de la inteligencia no es necesario construir una máquina inteligente, basta con que sea inteligente su constructor. Así lo dejó bien claro Torres Quevedo hace más de cien años y así lo siguen haciendo los creadores de inteligencias artificiales como los ingenieros de OpenAI», concluyó el ponente.