El historiador mexicano Enrique Sada, colaborador habitual de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica diversos temas de la actualidad mexicana vinculados a su historia y su identidad plural y mestiza en los artículos «¿Quién contó los votos?», «‘Los patriotas’ de Will Fowler como novela histórica», «Del nuevo himno de la Ciudad de México» y «Etnolatría y surrealismo», publicados en los portales Mango Verde y Código Libre y en el diario digital El Siglo de Torreón entre los pasados 8 de junio y 5 de julio.
En «¿Quién contó los votos?», Sada reflexiona sobre el proceso electoral presidencial en México del pasado 2 de junio, en las que se impuso la candidata oficialista Claudia Sheinbaum. «En medio de un ambiente previo caldeado por la violencia, la incertidumbre y que dejó a la ciudadanía en México poco más que insatisfecha, las elecciones federales para elegir al nuevo presidente de la República terminaron siendo un caos más allá de lo que incluso los analistas más pesimistas se hubieran aventurado a anticipar. Pese a que la participación ciudadana fue ejemplar y concurrida, visible no solo a través de los muy distintos medios sino también en las calles y hasta en lo que reportaron algunos observadores electorales, la disparidad empezó a imponerse en los números inmediatamente después de las primeras horas de la madrugada y en el conteo de las entidades federativas», cuestiona el historiador.
Por su parte, en «‘Los Patriotas’ de Will Fowler como novela histórica», el colaborador de la RAED esboza el contenido de la última obra del reconocido autor nacido en Barcelona y experto en historia hispanoamericana. «Sin la necesidad de ahondar precisamente en una cátedra especializada, nuestro autor logra envolvernos desde su propia imaginación gracias al desarrollo de una historia familiar desde el momento mismo en el que Francisco Cienfuegos se decide por enlistarse como soldado insurgente, empezando de esta manera a tejer su propia gesta heroica en lo particular y de manera paralela a la de los principales acontecimientos de nuestro país: desde la insurrección liderada por el cura José María Morelos hasta la instauración y caída del Segundo Imperio con el emperador Maximiliano I de México», señala.
En «Del nuevo himno de la Ciudad de México», Sada aborda la presentación de lo que de manera oficial se ha dado en llamar como el himno de la Ciudad de México. «Las mismas autoridades a través de los medios oficiales confiesan que no es del todo cierto, pues esta pieza musical tuvo que involucrar a más de una persona para escribir la música y la letra del mismo. Se hace referencia muy vaga a concertistas, letristas y hasta a un colectivo como encargados de terminar esta obra tan particular. Desafortunadamente dicha pieza no cumple con su cometido, pues no solo no califica cabalmente podría denominarse como himno. Más aún, su letra y música atropellada tanto no alcanzan sino a remitir en todo caso a una cortinilla musical más apropiada para teatro contemporáneo o película infantil producida por Disney», afirma.
Asimismo, en «Etnolatría y surrealismo», el experto se muestra especialmente crítico con el modelo educativo oficial, que considera exclusivamente indígena la identidad mexicana, sin reparar en un mestizaje, más que enriquecedor, evidente. «Una de las principales taras que la instrucción oficial tuvo que incorporar a adoctrinamiento fue la falsa noción de que la identidad nacional se debe de manera dual tan solo a su raíz indígena en primera instancia, y después a una supuesta raíz azteca que por sí sola englobaría las características o virtudes de todos los mexicanos, independientemente de que sean indígenas o mestizos, de manera definitiva».