Francisco López Muñoz, profesor de Farmacología y vicerrector de Investigación, Ciencia y Doctorado de la Universidad Camilo José Cela, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina del País Vasco y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ingresó como académico correspondiente de la Academia de Farmacia Santa María de España de la Región de Murcia durante una solemne ceremonia que se celebró el pasado 10 de marzo en el Salón de Grados de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Campus Muralla del Mar de la Universidad de Murcia, en Cartagena.
El recipiendario leyó el discurso de ingreso «Victo Dolore: el triunfo de la terapéutica sobre el dolor en el siglo XIX» tras ser presentado por el académico de número Eduardo Osuna Carrillo de Albornoz. La sesión estuvo encabezada por Stella Moreno Grau, presidenta de la Academia de Farmacia Santa María de España, y contó con la presencia de Jesús Cañavate Gea, director general de Planificación, Investigación, Farmacia y Atención al Ciudadano de la Región de Murcia, y José Manuel López Nicolás, vicerrector de Transferencia y Divulgación Científica de la Universidad de Murcia.
«El dolor, entendido como un síntoma vinculado a una patología, ha acompañado siempre al hombre y ha sido el principal elemento de evolución de la medicina, ya que el primer uso de analgésicos de origen natural cabe buscarlos en las primeras civilizaciones», inició su intervención López Muñoz refiriéndose a las distintas sustancias que se han venido utilizando en la medicina desde sus inicios. En relación a la tradición farmacológica occidental que se inicia en la Antigua Grecia, con una importante influencia en la tradición árabe, el experto destacó dos períodos que marcaron sendos puntos de inflexión: la alquimia medieval y los avances científicos del siglo XIX.
La utilización de diversas sustancias alcaloides y el aislamiento de la morfina supuso otro avance fundamental para la medicina en ese mismo siglo XIX y a lo largo de todo el siglo XX, que tuvo en la aplicación intravenosa otro momento decisivo en la lucha contra el dolor, destacó el ponente. Asimismo, López Muñoz incidió en el papel de las investigaciones de Sigmund Freud y el uso de la cocaína para combatir los efectos de la depresión y como anestesia local. Aunque los efectos secundarios de estas sustancias y su dependencia pronto hicieron reformular su uso terapéutico y farmacológico y, a su vez, evolucionar en su estudio.
La aspirina y el complejo proceso de patente que tuvo que aplicar la firma Bayer marcó un nuevo punto de inflexión, como destacó el ponente. Este analgésico se ha convertido en el fármaco más utilizado de la historia, cuyos efectos solo han sido superados ya entrado el siglo XIX gracias a los grandes avances que han realizado las grandes farmacéuticas. López Muñoz concluyó su intervención abordando también la historia de la anestesia, rememorando los momentos y personajes claves en su evolución.