Rafael Urrialde, profesor del Departamento de Genética, Fisiología y Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y del Departamento de Ciencias Farmacéuticas y de la Salud de la Universidad CEU-San Pablo, presidente de la Comisión Científica de la Sociedad Española de Medicina del Deporte, secretario de la Fundación Española de Nutrición y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), protagoniza una entrevista que publicó el pasado 20 de mayo el portal especializado Kómoda News, donde reflexiona sobre el uso generalizado de los edulcorantes sin calorías como sustitutivos de los azúcares en los alimentos procesados y bebidas refrescantes, unos productos estudiados y aprobados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y las instituciones de la Unión Europea en la legislación correspondiente.
Reconocido experto en seguridad alimentaria, Urrialde destaca los exhaustivos controles por los que pasan estos y otros productos aprobados por las autoridades sanitarias comunitarias. «Es probable que los edulcorantes bajos en calorías o sin calorías estén siendo uno de los aditivos más estudiados, por eso es algo sorprendente que se cuestione su seguridad fuera de los canales de las autoridades o agencias de seguridad alimentaria. Por supuesto que hay que seguir investigando, ya que, si incrementamos el número de tipos de edulcorantes y, sobre todo, de origen natural, podemos amortiguar y reducir los posibles efectos de la ingesta diaria admisible. Es más, cada vez la tendencia va más hacia la mezcla o combinación de varios edulcorantes para utilizar y compensar con cantidades inferiores», considera.
Urrialde considera que este tipo de edulcorantes son una herramienta para reducir la cantidad de azúcar e incluso rebajar el grado de dulzor de los productos alimenticios. Aunque para ayudar al control de peso se debe tener en cuenta la composición de cada alimento y bebida y a su vez el conjunto de alimentos que forman parte de la dieta. Es decir, no basta con sustituir el azúcar por un edulcorante acalórico o consumir productos que los lleven en su composición para reducir peso o llevar una vida más saludable. «Si no existe una adherencia a una dieta con menos contenido en azúcares y calorías, podemos estar en situaciones similares tanto con edulcorantes como sin ellos, ya que pueden existir comportamientos de compensación, de indulgencia o de balance que no alteran el resultado final de la reducción de azúcar o de calorías en la dieta», señala.
Por último, alerta sobre la imposibilidad de encontrar estos edulcorantes en los alimentos con alguna consideración legal de origen natural o ecológico. «En el caso de los productos alimenticios, ecológicos, biológicos u orgánicos, solo se puede utilizar azúcar, ya que todos sus ingredientes tienen que ser de origen ecológico, biológico u orgánico y no se pueden utilizar edulcorantes, puesto que la legislación en la Unión Europea de este tipo de productos alimenticios no contempla el uso de aditivos a no ser que sean totalmente imprescindibles a nivel tecnológico y en este caso no lo es por el uso como ingrediente del azúcar», concluye.