Montserrat Casanovas
Catedrática de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, presidenta de la Comisión de Economistas Docentes e Investigadores y del Foro de Economistas en Mercados Financieros del Colegio de Economistas de Cataluña, vicepresidenta de la Comisión Financiera del Registro de Economistas Asesores Financieros del Consejo General de Economistas de España y coordinadora de su Observatorio Financiero y académica de número y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Montserrat Casanovas, catedrática de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, académica de número y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), adelanta a la comunidad académica las conclusiones del «Informe de enero de 2022» del Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas de España que ella misma coordina. El documento, elaborado a raíz de datos oficiales de diversas fuentes, es una completa y rigurosa guía que presenta con un gran despliegue gráfico con los principales indicadores económicos de España, las cuentas financieras trimestrales y posición exterior, los tipos de cambio y cotizaciones en materias primas, petróleo e índices bursátiles, los tipos de interés en los mercados interbancarios y en los mercados de deuda, los indicadores de política monetaria y el crédito y otros indicadores de las entidades financieras.
Sobre los indicadores macro, el documento señala que la recuperación de la economía mundial continúa, pero a menor ritmo. El PIB mundial habría recuperado los niveles previos a la pandemia, pero a mediados de 2021 seguía siendo un 3,5% inferior a lo proyectado antes de la crisis, con diferencias significativas entre países, condicionadas en gran medida por las tasas de vacunación. A la luz de los datos el informe señala que la recuperación de la actividad está perdiendo impulso en muchas economías avanzadas, en gran medida a consecuencia de los estrangulamientos en las cadenas de producción, tras el fuerte aumento de la demanda de bienes después de la reapertura de las economías.
«Pese a la elevada incertidumbre, se prevé que la economía de la Unión Europea haya crecido un 5,0% en 2021, estimándose un aumento del PIB del 4,3% para 2022, con similares tasas de crecimiento para el conjunto de la Zona Euro. Se espera que la demanda interna continúe impulsando la expansión, fomentando los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y la inversión pública y privada. La Comisión Europea ha revisado a la baja de forma significativa las previsiones para la economía española, al igual que otros organismos internacionales (OCDE, FMI), estimando ahora un crecimiento para 2021 del 4,6%, por debajo de la media europea y del conjunto de países de la OCDE. Sin embargo, en 2022, la implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia estimulará la inversión, creciendo la economía española (5,5%) a mayor ritmo que las principales economías de la Zona Euro», señalan las conclusiones del estudio.
Sobre el elevado endeudamiento de la economía española, el informe recuerda que la deuda bruta de las empresas y de los hogares alcanzó los 1.946,7 miles de millones de euros en el segundo trimestre de 2021, lo que supone un aumento del 2,6% en términos interanuales, debido sobre todo al crecimiento de la deuda de las sociedades no financieras (4,1%), aunque la de los hogares también ha crecido (0,2%). La ratio deuda/PIB se situó en el 167,8% (144,2% en términos consolidados, descontando la deuda interempresarial), lo que supone un aumento cercano a los 6 puntos porcentuales. «No obstante, la economía española registraba una capacidad de financiación frente al resto del mundo de 7.006 millones de euros en el tercer trimestre de 2021, lo que representa el 2,4% del PIB de dicho periodo, frente al 1,1% de un año antes, un aumento que se explica por el mayor saldo de intercambios exteriores de bienes y servicios», añade el estudio.
Asimismo, el texto incide en los desequilibrios entre demanda y oferta, que han originado notables presiones inflacionistas a nivel global, especialmente en materias energéticas. Para paliar la inflación, los analistas recuerdan que los bancos centrales de algunas economías avanzadas han comenzado a ajustar sus políticas monetarias reduciendo gradualmente sus programas de compras de activos (EE.UU., Canadá y Australia) o anunciando subidas de sus tipos oficiales (Reino Unido). «En su última reunión, celebrada en diciembre, el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo aprobó la reducción del ritmo de compras netas en su programa de emergencia frente a la pandemia (PEPP) con respecto al trimestre anterior y confirmó la suspensión del mismo a finales de marzo de 2022, aunque con posibilidad de reanudarlo si fuera necesario, y decidió aumentar las compras mensuales en el marco del programa APP, aunque mantendrá sin variación el tipo de interés de las operaciones principales de financiación y los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito y de la facilidad de depósito en el 0,00 %, 0,25 % y -0,50 %, respectivamente».