Maria Àngels Calvo
Catedrática de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona; Académica de número de la Real Academia de Medicina de Cataluña, de la Real Academia de Farmacia de Cataluña, de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña, de la Real Academia de Doctores de España y académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Maria Àngels Calvo, catedrática del Departamento de Anatomía y Sanidad Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona, secretaria general de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña y académica numeraria y vicepresidente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), explica en el trabajo «Notas sobre la enfermedad de West Nile: epidemiología, patología y prevención», que ha elaborado junto al investigador en microbiología Esteban Arosemena, las características de esta enfermedad infecciosa transmitida por determinados mosquitos que este mes de agosto ha afectado a una cuarentena de personas en Andalucía y se ha cobrado dos víctimas mortales.
«La fiebre por el virus West Nile (VWN, traducido en ocasiones como Virus del Nilo Occidental, VNO) es una enfermedad infecciosa transmitida por picadura de mosquitos. Este virus fue aislado por primera vez en 1937 en el distrito West Nile de Uganda, y entre los años 50 y 80, fue aislado de mosquitos, aves y mamíferos en distintos países de Europa, África, Australia e India, produciendo casos sintomáticos en humanos de forma esporádica. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido en forma de brotes y epidemias con una importante proporción de casos graves en regiones templadas de Europa y América del Norte, convirtiéndose en una amenaza de salud pública, humana y animal», introducen Calvo y Arosemena un estudio que tiene un marcado carácter divulgativo.
El trabajo señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera esta enfermedad una patología reemergente en Europa desde 1996 y emergente en Estados unidos y otros países americanos desde 1999, y desde 2005 la define como un «evento que puede tener repercusiones de salud pública graves, es inusual o inesperado y se puede propagar internacionalmente con rapidez». A los actuales contagios que afectan principalmente a la provincia de Sevilla se suman los que en el año 2010 notificó el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino en varias explotaciones de équidos de Cádiz, Sevilla y Málaga. En aquel momento sin una afectación reseñable a la población humana.
Calvo y Arosemena explican que el virus causante de la enfermedad es un arbovirus, lo que indica que se transmite principalmente por picadura de artrópodos, en este caso mosquitos. Habitualmente presenta un ciclo selvático o rural, durante el que circula entre aves y mosquitos ornitofílicos. Es capaz de infectar a un amplio rango de especies y se han identificado hasta 40 tipos de mosquitos capaces de actuar como vectores, principalmente del género Culex, comunes en la Península Ibérica. «Los humedales con abundancia en aves y mosquitos constituyen el entorno ideal para la circulación del VWN. Ésta puede ocurrir inadvertidamente en entornos rurales y cuando este ciclo rural se traslada a un ciclo urbano es cuando observamos casos clínicos en caballos y en el hombre», señalan.
Para prevenir el contagio, los autores recomiendan la prevención habitual para evitar las picaduras de mosquitos y concluyen que la vigilancia y seguimiento de los casos debe resultar el mejor método para prevenir un contagio comunitario. «El Virus West Nile es un patógeno emergente en diversas partes del mundo, entre ellas la región mediterránea. Actualmente hay en marcha un plan de vigilancia epidemiológica de esta enfermedad en España que permite detectar de forma temprana la circulación del virus y así poder estar mejor preparados ante un posible brote», concluyen.