Carlos Cortina, delegado para España de las Órdenes Dinásticas de la Casa Real de Saboya y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó los pasados 5 y 8 de mayo en el programa «Tot es mou» del canal de televisión TV3, como reconocido experto en protocolo para abordar la coronación de Carlos III de Inglaterra, tanto antes como después de una ceremonia que consideró alejada de la tradición y, en cierta medida, impropia de una Monarquía histórica como la británica. «Adaptar las ceremonias cada vez que se corona un soberano es un error. Por ejemplo, sólo asistían a la coronación a la ceremonia los herederos, no los regentes, ya que éstos no deben bajar la cabeza ante el nuevo rey, como se había venido haciendo hasta ahora. Además, los representantes de la Commonwealth quedan apartados del rey. La presencia de otros reyes resta reconocimiento al rey Carlos III», consideró durante su primera intervención en el programa.
El académico no restó ninguna legitimidad ni capacidad al monarca pese a su baja popularidad entre el pueblo británico. «Ha aprendido y muchos de sus aciertos se deben a la intervención de Camila con absoluta discreción. Su popularidad está por debajo de la del príncipe Guillermo, pero tenemos que darle un voto de confianza». El experto explicó las diferencias entre procesión y séquito para tratar de explicar la ceremonia, así como el orden que debían ocupar los líderes de otras religiones y los representantes de los estados que tienen al nuevo rey como jefe de Estado.
Tras la coronación, Cortina destacó la falta de solemnidad y poca atención a la tradición, con elementos innovadores que, bajo su criterio, desmerecieron la ceremonia. «Faltó solemnidad, para empezar las dos horas de más que duró la coronación de Isabel II«, señaló. Asimismo criticó que se ocultase con plafones el momento de la unción en lugar de utilizar el tradicional tálamo y destacó cómo la Monarquía británica es la única que ha mantenido la corona y contempla en la coronación la proclamación, la unción, la coronación y la entronización. «La vestimenta del rey tampoco era la adecuada, ya que ni el pantalón ni la casaca eran las que marca la tradición. Es una lástima que la coronación no haya venido acompañada de vestimentas de coronación», dijo en relación a la imagen personal de los protagonistas en la ceremonia.
Cortina ha desarrollado su actividad profesional e investigadora en las disciplinas de ceremonial, protocolo y relaciones públicas, desempeñando el cargo de jefe de Relaciones Institucionales y de Protocolo en diversas empresas e instituciones públicas. Es autor de obras de referencia en el ámbito del protocolo como el «Reglament de Protocol, Cerimonial, Honors i Distincions per als Ajuntaments» (2010). Socio fundador de la Asociación Catalana de Protocolo y Relaciones Institucionales, ha sido distinguido con la Medalla de Plata y la Medalla de la Constancia de la Cruz Roja (1991 y 1992), la Cruz Oficial de la Orden del Mérito Civil (2000), el Premio Nacional de Ceremonial y Protocolo Marqués de Mondéjar (2001), el Premio Nacional de Protocolo y Relaciones Institucionales (2017), la Medalla de Oro del Papa León XIII para la Custodia de Tierra Santa (2019) y la Medalla Benemerenza de Oro de la Orden Constantiniana (2021).