Josep Ignasi Saranyana, profesor emérito de la Universidad de Navarra, miembro «in carica» del Pontificio Comité de Ciencias Históricas y académico emérito de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Raons necessàries i teologia en perspectiva lul·liana», que se publicó en el número 2, volumen 38, de la «Revista Catalana de Teologia», correspondiente al año 2013. Un trabajo que analiza la obra de Ramon Llull y su relación con la fe, la gracia de Dios y la necesidad de creer para comprender el mensaje de sus obras. El trabajo también aborda la descripción de los cinco árboles en la obra luliana y su significado metafísico.
El texto analiza el «Libre del gentil e dels tres savis» de Llull, destacando su método de las razones necesarias y su atención a la conversión de los gentiles al cristianismo. También señala la falta de claridad en la distinción entre el orden natural y sobrenatural en la obra y reconoce a Llull como un teólogo ecléctico y genio de su tiempo. Saranyana analiza la perspectiva de Llull sobre las razones necesarias y la teología, destacando cómo desarrolló un sistema de razones necesarias basado en ideas primordiales. También analiza la relación entre Llull y filósofos de siglos posteriores como Hegel y Husserl, y destaca la importancia de las ideas primordiales de Llull para comprender el conocimiento y la realidad. El texto explora la relación entre fe y razón en la obra de Llull, destacando la importancia de la teología sobrenatural en su filosofía, y analiza cómo Llull abordó estas relaciones desde sus primeras obras.
«En el ‘Libre del gentil e dels tres savis’, escrito hacia 1272, se encuentra ya la semilla de todo el sistema demostrativo luliano por razones necesarias, que más adelante se desarrollará en árboles, figuras y combinaciones de flores. El gentil pasa por dos fases: antes que nada, después de muchos llantos y de oír las explicaciones de los tres sabios, recibe la luz de la fe; después se detiene ante el primer árbol e intelectualmente llega a conocer a los principales atributos divinos, en los que por lo pronto ya creía; a continuación pide las virtudes infusas. No hay, pues, dos Llull: un Llull preartístico y un Llull artístico. Sin embargo, cabe recordar que en este libro parece amortiguada a veces la distinción entre el orden natural y el orden sobrenatural, el rompecabezas de todo el sistema luliano», resume el artículo el propio autor.
El académico explora la posibilidad de que Llull fuera a la vez místico y racionalista para concluir que su misticismo estuvo siempre presente desde el inicio de su carrera intelectual. En este sentido analiza las ideas de Ramon Llull sobre la fe y el razonamiento, destacando su creencia en la necesidad de la gracia para la conversión y su comprensión de las relaciones entre lo natural y lo sobrenatural, y discute la idea lulliana de continuidad entre el razonamiento previo y el acto de fe posterior. «Llull fue un genio de su tiempo, y también fue un expositor desordenado y volcánico. Nada le fue ajeno. Y esto se percibe a lo largo de sus monografías. Sin embargo, le faltó el tempus académico. Sin embargo, y hay que repetirlo una vez más, de Llull sólo ha habido uno a lo largo de la historia. El atractivo luliano radica precisamente en su frescura y espontaneidad. Así que no le pedimos una precisión escolástica no pretendida», concluye Saranyana.