Barry Barish, premio Nobel de Física y académico de honor electo de la RAED, explica en Barcelona cómo demostró la existencia de un fenómeno que predijo Einstein
Barry Barish, premio Nobel de Física en 2017, profesor emérito de física del Instituto de Tecnología de California y académico de honor electo de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ofreció el 26 de junio en el CosmoCaixa de la Obra Social La Caixa la conferencia «Ondas gravitacionales: de Einstein a una nueva ciencia». Barish fue uno de los grandes artífices de la demostración empírica de la existencia de estas ondas, que ya predijo Albert Einstein en 1916.
«Cuando Einstein predijo la existencia de las ondas gravitacionales hace cien años pensó que los efectos que generan son tan pequeños que nunca se podrían detectar. Después de cuarenta años de controversia, los teóricos finalmente llegaron a un consenso: las ondas gravitacionales existen. Pero ¿sería posible desarrollar instrumentos suficientemente sensibles para detectar estas ondas producidas por tremendas colisiones cósmicas en el tejido del espacio-tiempo? La respuesta es afirmativa», expuso Barish.
El 14 de septiembre de 2015, los dos interferómetros del Observatorio de Ondas Gravitacionales por Interferometría Láser (LIGO, por sus siglas en inglés), que dirigía el Nobel y académico de honor electo de la RAED captaron por primera vez ondas gravitacionales, procedentes de la colisión de dos agujeros negros. Y en agosto de 2017, otras generadas por la fusión de dos estrellas de neutrones. Estas detecciones abrieron una nueva ventana para el estudio del universo.
Barish recibió el premio Princesa de Asturias 2017 por su trabajo sobre las ondas gravitacionales junto a Kip Thorne y Rainer Weiss y, ese mismo año, el premio Nobel de Física (también junto a Weiss y Thorne), en ambos casos «por su contribución decisiva al detector LIGO y la observación de las ondas gravitacionales».