Daniel Turbón, catedrático emérito de Antropología Física de la Universidad de Barcelona y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ha publicado en el «Global Journal of Anesthesia & Pain Medicine», el artículo «Cranial Trepanation Surgery Four Thousand Years Ago in Catalonia», en el que aborda el fenómeno de la trepanación craneal en los pobladores de la actual Cataluña central provenientes del centro de Europa en la Edad del Bronce, hace cuatro mil años, movidos por la búsqueda de metales. El trabajo fue publicado el pasado 18 de abril y se puede consultar en abierto.
«Unos grupos humanos llegados a la zona de Solsona hace cuatro milenios desde Europa Central, con una marcada característica braquicraneal y asociados a la minería, presentan una alta frecuencia de trepanación craneal. En el conjunto de 146 cráneos del esta época, la prueba de Fisher mostró que el grupo se asocia estadísticamente con la práctica de la trepanación craneal. Se describen algunos casos de la técnica quirúrgica utilizada en esta práctica», se indica en el resumen inicial del artículo.
Los restos estudiados proceden, concretamente, de los megalitos de El Collet, Clarà y la cueva funeraria de Aigües Vives. Los inmigrantes se diferenciaban de la población local por su morfología craneal, al tener una cabeza más ancha y corta, y por su asociación a la práctica de la minería del cobre, que es el motivo que los habría llevado a esta zona para explotar nuevos yacimientos. Pero la diferencia fundamental, descubierta a raíz del estudio craneal, es la práctica de la trepanación, asociada en distintos estudios a un ritual cultural.
«Uno de los cráneos muestra una marca practicada en el cuero cabelludo para llegar al hueso. La incisión no difiere de las practicadas por neurocirujanos actuales. Parece ser una amplia trepanación en el parietal derecho, con signos de evidente cicatrización. La línea confirma la idea de que la incisión en el cuero cabelludo fue en forma de arco y es el único caso en el que existe una prueba fehaciente de una incisión preoperatoria, aunque esto no permite suponer que prácticas similares tuvieron lugar en otras trepanaciones», señala Turbón.
El académico relaciona los datos y las conclusiones del estudio con prácticas similares realizadas en la misma época y posteriores en diversas zonas de Europa y Oriente próximo, donde existen indicios no sólo de la práctica de la trepanación, sino de las técnicas empleadas y de las herramientas e ingredientes elaborados con diferentes compuestos vegetales para cortar hemorragias o calmar el dolor. Su transmisión cultural se habría extendido a lo largo de todo el arco mediterráneo.