Rosalía Arteaga, expresidenta y exministra de Educación de Ecuador, presidenta de la Fundación para el Desarrollo de América Latina, reconocida activista por la educación y la infancia y académica de honor y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó el pasado 16 de marzo en el foro «Mujeres que mueven Ecuador», organizado en Quito por la multinacional francesa L’Oréal para abordar el empoderamiento de las mujeres latinoamericanas y cuestiones más concretas como la diversidad, la inclusión, la sostenibilidad y la tecnología desde un punto de vista femenino. En la sesión también participaron Cecilia Paredes, primera rectora de la Escuela Superior Politécnica del Litoral; María Paz Jervis, la primera presidenta de la Cámara de Industrias y Producción de Ecuador, y Gisela Montalvo, directora de la Cámara de Innovación y Tecnología Ecuatoriana.
Preguntada en su papel de exjefa de Estado, Arteaga consideró que de cara a las próximas elecciones presidenciales en el país, las candidaturas a la Presidencia y Vicepresidencia deberán ser paritarias, por lo que confió en que pronto deje de ser la única mujer en los retratos de los expresidentes que adornan el Palacio de Carondelet, sede del poder ejecutivo. «La lactancia y la maternidad las seguiremos haciendo nosotras, pero el cuidado tiene que ser compartido y criar a la familia es una tarea de quienes la forman», consideró la académica, destacando el papel de la mujer política y cargos de representación.
Paredes, por su parte, destacó la importancia de trabajar con las niñas y enfocarse en que se den cuenta de que pueden alcanzar lo que se propongan y apuntó la labor de los docentes y la aparición de referentes que permitan hacer que muchas niñas quieran imitarlas. Por su parte, Jervis apeló a la implementación de políticas públicas dirigidas a conseguir una igualdad efectiva y se declaró una defensora a ultranza de las cuotas de género. Asimismo, instó a que las niñas que quieran abrirse camino en cargos de dirección lo puedan hacer en un mundo de hombres y de mujeres, no solo de hombres. Montalvo expuso su experiencia familiar, que puso como ejemplo, ya que su esposo no tuvo reparos en mudarse con ella al extranjero y en dedicarse a las tareas del hogar mientras ella era la que trabajaba fuera de casa.
A lo largo de más de dos décadas, Arteaga ha liderado transformaciones en el campo de la educación y la cultura en Ecuador. Además de ser ministra de Educación, se ha destacado por su liderazgo en temas educativos desde la sociedad civil, su compromiso con la democracia, la sostenibilidad ambiental y su capacidad para identificar problemas y diseñar iniciativas innovadoras, para generar un impacto social que el actual modelo de enseñanza online potenciado por la pandemia ahora favorece. La académica ha reforzado la imagen de liderazgo que ya tenía en América Latina tras su candidatura a la Secretaría General Iberoamericana, organización creada en el año 2003 que agrupa los 22 países que conforman la comunidad iberoamericana, y a la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas a propuesta de la organización juvenil Forward. Una candidatura popular que la ONU no llegó a formalizar pese a que prevé este tipo de iniciativas en sus reglamentos, pero que permitió a la académica de honor reivindicar el papel de la sociedad civil y más en particular de la juventud iberoamericana.