
Dr. Francisco López Muñoz
Francisco López Muñoz, catedrático de Farmacología y vicerrector de Investigación, Ciencia y Doctorado de la Universidad Camilo José Cela, miembro fundador del Comité de Observación del Observatorio de Derechos Humanos de España, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina del País Vasco y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), aborda las características menos conocidas de un producto de uso habitual que en Europa no llega a considerarse un medicamento en el artículo «La melatonina y la guerra química: por qué la inversión en defensa también debe cubrir la protección médica», que se publicó en el portal especializado The Conversation el pasado 18 de marzo y, después, en diversos medios de comunicación españoles. López Muñoz firma este artículo junto a Alejandro Romero Martínez y Eva Ramos Alonso, profesores de Toxicología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
Los tres expertos, que ya incidieron en las características de la melatonina en el artículo «Los tres peligros de la melatonina: un fármaco vendido como suplemento alimenticio en España», que publicaron el pasado julio en el diario «El Español», se detienen ahora en analizar su potencial terapéutico ante agentes químicos que pueden utilizarse como armas, ya que la melatonina puede ser efectiva frente a una amplia variedad de patologías como distintos tipos de cáncer, alteraciones gastrointestinales, enfermedades cardiovasculares, procesos neurodegenerativos y patologías autoinmunes e infecciosas. Este potencial terapéutico tan versátil se debe a su capacidad para regular múltiples procesos bioquímicos en el organismo.
«La melatonina, conocida más habitualmente por regular el ciclo sueño-vigilia, es un potente antioxidante con baja toxicidad y con gran facilidad para atravesar las barreras biológicas, lo que la posiciona como una posible opción terapéutica frente a estas armas químicas. A través de la transferencia de átomos de hidrógeno y formación de aductos radicales, la melatonina puede neutralizar especies reactivas de oxígeno y nitrógeno. Además de neutralizar los daños por oxidación de las estructuras celulares, la capacidad para modular la respuesta inmunoinflamatoria de la melatonina podría ser crucial para mitigar las graves lesiones en mucosas y estructuras internas tisulares provocadas por la exposición a estos agentes químicos», explican.
López Muñoz, Romero Martínez y Ramos Alonso consideran que dado su origen natural y excelente tolerabilidad, numerosas evidencias indican que la administración de la melatonina como adyuvante en combinación con otros fármacos podría no solo proteger frente a la toxicidad de los agentes químicos de guerra, sino también mejorar el estado de salud de los pacientes en determinadas condiciones y, con ello, reducir los efectos secundarios de la terapia química habitual. «En vista de este enorme potencial, y a pesar de su amplio uso como reguladora del sueño, la melatonina podría tener aplicaciones importantes como contramedida frente a armas químicas y diversas patologías. Por ello, es fundamental impulsar estudios clínicos multicéntricos estandarizados para evaluar su eficacia y seguridad a largo plazo, especialmente a las dosis farmacológicas elevadas que muy posiblemente requeriría su utilización clínica», añaden.
De ahí que los firmantes del artículo de The Conversation aboguen por una inversión en defensa que tenga también muy en cuenta la investigación que permita mejorar la capacidad de respuesta médica a agentes químicos de guerra desarrollando antídotos efectivos que logren proteger tanto al personal militar como a la población civil. «La defensa moderna debe contemplar un enfoque integral que combine tecnología, estrategia y ciencia. En un escenario global cada vez más desafiante, apostar por la innovación en el sector de la defensa no es una opción, sino una necesidad. A esto se suma que la inversión en tecnologías disruptivas y aplicaciones médicas también impulsa la competitividad industrial y científica del país», concluyen.
Reconocido divulgador de la historia contemporánea, la literatura española de los Siglos de Oro y la medicina y farmacología, López Muñoz es doctor en Medicina y Cirugía y doctor en Lengua y Literatura Españolas, especialista en Medicina Farmacéutica y diplomado en Estudios sobre el Holocausto por la Escuela Internacional para los Estudios del Holocausto de Yad Vashem, en Jerusalén. Es investigador del Instituto de Investigación Hospital 12 de Octubre de Madrid y miembro de prestigiosas academias científicas internacionales. Ha participado en numerosas investigaciones y es autor de monografías y artículos en sus áreas de investigación. Recientemente ha sido nombrado de forma honorífica coronel de Kentucky mediante carta patente otorgada el 29 de julio de 2024 por el gobernador del Estado de Kentucky, Andy Beshear, y reconocido como Guardia Civil Honorario, la máxima distinción civil del cuerpo y que otorga de forma excepcional. Ya era profesor honorífico de la Guardia Civil.