La Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) volvió a celebrar el pasado 15 de julio su tradicional Cena de Verano, en esta ocasión junto a la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores, en la terraza del Real Círculo Artístico de Barcelona. La cita congregó a unos 90 académicos, familiares y amigos de ambas instituciones, que celebraron el reencuentro en un ambiente de alegría y fraternidad. La pandemia, las dificultades que ha supuesto para la actividad académica y el destacado papel de estas instituciones al aportar un componente de rigor científico en el debate social que se ha generado a lo largo de estos meses marcaron los temas de conversación informal.
Entre los asistentes destacaron los presidentes de cinco academias: Jaume Casas (Real Academia de Farmacia de Cataluña), Francisco Tusquets (Academia de Jurisprudencia y Legislación de Cataluña), Josep Llupià (Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña), Josep Antoni Bombí (Real Academia de Medicina de Cataluña) y Javier Aranceta (Real Academia de Medicina del País Vasco), que a su vez es académico de número de la RAED. Alfredo Rocafort, presidente de la Real Academia Europea de Doctores, ejerció de anfitrión de una gala marcada por este notable componente académico.
En nombre de la Junta de Gobierno de la RAED y de toda la comunidad académica, Rocafort se felicitó por un reencuentro que definió como el punto de inicio de la nueva etapa que afronta la Academia tras sus recientes elecciones. El evento llega cuando ya se vislumbra la recuperación económica y sanitaria gracias al avance de la vacunación, con ilusión y fuerza para llevar a la institución al lugar que se merece con la suma conjunta de todos sus miembros. «Deseamos continuar trabajando en nuevos proyectos contando con el apoyo de todos los académicos y teniendo siempre presente todos los puntos de vista para poder caminar juntos hacia un objetivo común», señaló.
La Junta de Gobierno surgida de este proceso afronta con optimismo este nuevo mandato, que debe estar marcado por el retorno a la normalidad académica, con una renovada y completa agenda de actividades en las que prime la presencialidad y el refuerzo de la institución como referente del conocimiento y su divulgación en Cataluña, España y Europa, siguiendo el mandato de sus estatutos. Una labor a la que seguirá contribuyendo de forma decisiva, como lo ha hecho durante los meses más duros de la pandemia, la Fundación.
