Francisco González de Posada, catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), pronunció el pasado 16 de junio en el Aula Telemática de la Academia de Ciencias, Ingenierías y Humanidades de Lanzarote la conferencia «Perspectiva religiosa: “La paz religiosa: ¿Es posible?», dentro del ciclo «La guerra de Ucrania: a la búsqueda de la paz». Una ponencia que completó las que bajo el título «La(s) religión(es) en la guerra de Ucrania» y «Perspectiva religiosa: Consideraciones teológicas cristianas e histórico-culturales» pronunció en este mismo foto los pasados septiembre y marzo, respectivamente.
Tras certificar que si bien la religión no constituye el principal referente de la guerra, las iglesias de Rusia y Ucrania sí están presentes y actúan en el conflicto. Tras la invasión rusa de Ucrania, el Epifanio de Kyiv y de Toda Ucrania asumió un rol activo que condenó las acciones de Moscú y cuestionó la sumisión de Kirill I a Vladímir Putin. Un hecho que, para el ponente, deja claro que si bien la religión no es el hecho que ha propiciado y ni siquiera alentado la guerra, sí es cierto que las dos grandes iglesias ortodoxas orientales sí están en guerra. «¿Es posible la paz tras este cisma?», se preguntó el académico.
González de Posada repasó de forma sucinta tanto la historia del Imperio ruso como de la Iglesia Ortodoxa Oriental, que de forma paradójica cobró su propia personalidad bajo el régimen socialista y tuvo un gran resurgir tras el colapso de la Unión Soviética. Con el precedente de la autoproclamación que la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Kyiv ya realizó en el año 1919, tras la Revolución Rusa. El desmantelamiento de la URSS y la independencia de buena parte de sus repúblicas llevó, de hecho, a la independencia relativa de las iglesias ortodoxas nacionales, con el gran cisma de la Iglesia Ortodoxa Rusa que se dio en el año 2019 desde que el patriarca Kiril I de Moscú adoptase las tesis de la Gran Rusia, que contempla la unidad política y administrativa de Rusia, Ucrania y Bielorrúsia. Ese mismo año, la Iglesia Ortodoxa Ucraniana pronunció un decreto de autocefalia después de que una década antes, tanto Moscú como el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla condenase la actitud cismática de Kyiv y de otras iglesias ortodoxas de una Unión Soviética y del bloque oriental en desmantelamiento. Es decir, un conflicto que precedió a la actual guerra.
La invasión rusa de Ucrania y la actitud de Kiril I de apoyo a la actitud bélica de Moscú pese a su condena internacional ha creado, para González de Posada, un nuevo cisma en el exterior, ya que las iglesias ortodoxas diseminadas por todo el mundo a raíz de la inmigración eslava han expresado con mayor o menor intensidad su rechazo al liderazgo del patriarca de Moscú, declinándose por el del patriarca de Constantinopla, considerado en las iglesias ortodoxas «primus inter pares». Por otra parte, el académico recordó la postura mediadora del papa Francisco entre las iglesias ortodoxas rusa y ucraniana.
González de Posada es ingeniero y doctor de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia de Salamanca y licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Poseedor de ocho doctorados, ha impulsado y dirigido numerosos proyectos y estudios de diversas ramas del saber. Fue reconocido con la Medalla de Honor al Fomento de la Invención y fue asimismo rector de la Universidad de Cantabria.
Es académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de la Real Academia de Doctores de España y miembro de la Academia Mundial de Artes y Ciencias, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras de Écija y académico de honor de la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria, de la Real Academia de Cultura Valenciana, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz y de la Real Academia de Medicina de Canarias. Preside la Academia de Ciencias, Ingenierías y Humanidades de Lanzarote.