Francisco González de Posada, catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre su amplia y fructífera trayectoria científica y académica en una entrevista concedida al diario digital El Debate, publicada el pasado 8 de agosto. El académico repasa de forma sucinta su extenso currículum, recordando los momentos más duros y a su vez más motivadores de su carrera, hasta detenerse en el presente, el momento que califica como dorado al poder dedicarse exclusivamente a sus investigaciones sin ataduras laborales.
González de Posada se muestra especialmente crítico sobre la situación de la educación en España en su sentido más amplio. «En la acepción universitaria del término académica, la actividad está en claro proceso de devaluación en los tres grupos de elemental clasificación: profesorado, alumnado y el propiamente institucional. Esto desde la ley de Reforma Universitaria, que con tanto empeño se originó y tan mal se aplicó y desarrolló desde sus comienzos, en 1984. En la actualidad, en la pretensión no formulada de que se generalice la condición de universitario, hemos asistido a una tan generosa como absurda proliferación de universidades, de facultades, de títulos, de asignaturas y de alumnos, disminuyendo notablemente los niveles de exigencia. En la acepción, menos usual, referida a las Reales Academias del Instituto de España, ámbito que hoy me es más asiduo por mi plural pertenencia, considero lamentable el desprecio gubernativo, en su consideración formal y presupuestaria, al que están sometidos los senadores de la cultura de España», denuncia.
Para el académico de honor de la RAED, la universidad y las instituciones académicas no han gozado en España de los reconocimientos que les es debido por las altas magistraturas del Estado en los sucesivos gobiernos que se ha sucedido desde la Transición, haciendo bueno la sentencia inspirada en Mariano José de Larra de que «investigar en España es llorar». Aunque, en paralelo, sí considera que la población española, desde sus distintas clases sociales, ha venido otorgando un reconocimiento a la institución universitaria, y especialmente a la condición de académico.
González de Posada es ingeniero y doctor de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia de Salamanca y licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Poseedor de ocho doctorados, ha impulsado y dirigido numerosos proyectos y estudios de diversas ramas del saber. Fue reconocido con la Medalla de Honor al Fomento de la Invención y fue asimismo rector de la Universidad de Cantabria.
Es académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de la Real Academia de Doctores de España y miembro de la Academia Mundial de Artes y Ciencias, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras de Écija y académico de honor de la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria, de la Real Academia de Cultura Valenciana, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz y de la Real Academia de Medicina de Canarias. Preside la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote.