La Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) y la Fundación Pro Real Academia de Doctores ya han iniciado la Expedición Científica a las Islas Galápagos junto a la Fundación para el Desarrollo de América Latina, la Fundación Quo-Artis, My Planet First y la Universidad de San Francisco de Quito tras el obligado paréntesis que supuso la pandemia. El viaje se lleva a cabo a bordo del barco National Geographic Endeavour II de Lindblad Expeditions hasta el 6 de septiembre y reúne en una misma misión a académicos y personalidades de reconocido prestigio en el ámbito de las ciencias y las artes. La expedición cuenta con el patrocinio de My Planet First, Agrupació, firma pionera del mutualismo actual, y de Huawei.
La Expedición Galápagos 22 ha coincidido con la última sesión de la Conferencia Intergubernamental de las Naciones Unidas para la redacción del primer tratado de la historia sobre la diversidad biológica de los océanos y culminará con la firma, el próximo 5 de septiembre, del «Manifiesto de las Galápagos para la preservación de los Océanos», suscrito por el grueso de la comunidad académica y cuatro de sus premios Nobel, presentes en la Expedición. Se trata de Erwin Neher, premio Nobel de Medicina (1991); Aaron Ciechanover, premio Nobel de Química (2004); Richard Roberts, premio Nobel de Medicina (1993), y Richard Schrock, premio Nobel de Química (2005).
Esta iniciativa se enmarca en el plan de acción de la Real Academia dedicado al medio ambiente, sostenibilidad y cambio climático, «como reflejo de nuestra preocupación científica por un tema que claramente va a marcar el destino de las próximas generaciones si no hacemos lo posible por remediarlo», explica su presidente, Alfredo Rocafort, para quien esta Expedición Científica tiene como objetivo principal poner en común los principales retos vitales que tiene la humanidad para los próximos años y cómo encararlos con éxito y eficacia. «Sin duda, el principal reto será afrontar el inmenso trabajo que tenemos que hacer para preservar la naturaleza y, sobre todo, el medio marino y los océanos», afirma el presidente de la Junta de Gobierno de la RAED.
José Ramón Calvo, académico de número y presidente del Instituto de Cooperación Internacional de la RAED, explica que la elección de las Islas Galápagos para realizar tanto la Expedición Científica como la firma del manifiesto se debe a que «las Islas Galápagos fue el primer territorio declarado Patrimonio de la Humanidad en 1978 por la Unesco, y porque es icono mundial, debido a su gran diversidad, y su papel en el desarrollo del conocimiento científico. Pero también porque después de haber estado en la Lista del Patrimonio de la Humanidad en Peligro, el 29 de julio de 2010, tras adoptar medidas correctoras y de preservación, fue retirado. Sin duda un ejemplo de buen hacer».
Calvo explica que la revista «Nature Climate Change» considera que las islas pueden ser el mejor laboratorio natural para entender la amenaza global del calentamiento global e implementar soluciones innovadoras con las que afrontarlo, y en ello coincide plenamente con la opinión de uno de los expertos mundiales en esta materia, Nicolas Stern, autor del Informe Stern publicado en 2006. Stern alertó de la magnitud brutal del cambio climático y afirmó que las Islas Galápagos pueden ayudar al mundo a entender qué es lo que podría pasar con este desastre climatológico.