Josep Ignasi Saranyana
Profesor emérito de la Universidad de Navarra, académico correspondiente de la Real Academia de Historia, miembro «in carica» del Pontificio Comité de Ciencias Históricas del Vaticano y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914
Josep Ignasi Saranyana, profesor emérito de la Universidad de Navarra, miembro «in carica» del Pontificio Comité de Ciencias Históricas y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica las reflexiones que realizó en el artículo «Una historia de la teología latinoamericana desde sus orígenes a nuestros días (autocrítica)». Publicado originalmente en el número 91 de la «Revista Senderos», correspondiente al año 2008, este artículo explica cómo se gestó la obra «Teología en América Latina», una publicación de referencia también del año 2008 de cuatro volúmenes que él mismo dirigió.
La obra está firmada por una treintena de reconocidos teólogos e historiadores y estudia en profundidad el pensamiento teológico latinoamericano desde sus orígenes, tras la llegada del cristianismo a manos de los religiosos españoles, portugueses y franceses, hasta el siglo XXI en su contexto cultural, artístico, filosófico, eclesiástico y político. El amplio estudio ofrece pruebas fehacientes de que la inculturación del imaginario autóctono americano se insertó, sin excepción, en un tronco común teológico, de carácter latino-europeo, hasta la irrupción de teologías latinoamericanistas ya en la segunda mitad del siglo XX, con la teología de la liberación como paradigma.
«En octubre de 1984, Juan Pablo II anunció en Santo Domingo una novena de años para conmemorar el quinto centenario de la evangelización de América. En el marco de las muchas iniciativas académicas, surgidas en torno a ese anuncio, la Universidad de Navarra decidió investigar algún aspecto de la carga doctrinal de la epopeya americana. Poco a poco, nuestra línea de investigación tomó perfiles más determinados, fue entonces cuando optamos por historiar las ideas teológicas, desde los comienzos de la evangelización americana, en 1493, hasta nuestros días. El proyecto concluyó más de 25 años después», iniciaba Saranyana el germen del ambicioso proyecto.
Para Saranyana, el contexto en que surgió la obra, en pleno auge y expansión de la teología de la liberación, marcó su desarrollo, si bien no desvirtuó ni su articulación ni sus conclusiones. Entre estas, el director del proyecto remarca la precisa división de hasta siete momentos clave en la evolución del cristianismo en la región que se fijan en estos cuatro volúmenes: la evangelización fundante, la teología profética, la escolástica barroca pura, la casuística moral, la extirpación de idolatrías, la teología preilustrada e ilustrada y las teologías latinoamericanistas.
El académico concluía su artículo crítico con una oportuna advertencia sobre el indigenismo y el populismo que vienen marcando el siglo XXI desde sus inicios, con una clara extensión en la religión. «La aspiración de construir una teología latinoamericanista se retroalimentó con las teologías de la liberación. Esa etapa de particularismo teológico, difundida ampliamente desde finales de los 60, ha entroncado, al final, con la teología indigenista. Se pretende ahora un tipo de mestizaje mucho más radical y ajeno a la historia cultural de América Latina. Se trata de un fenómeno nuevo, que intenta la recepción de la teología latino-europea en las culturas autóctonas. No como antes, cuando solo se pretendía la incorporación de elementos autóctonos a la teología universal. En mi opinión, esta revolución de las últimas décadas es muy agresiva y puede corromper, si no las ha corrompido ya, las bases comunes de la tradición cristiana», zanjaba.