José Ramón Calvo, presidente del Comité Médico de la sección Cuídate+ del portal especializado 65ymás, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina del País Vasco y académico de número y presidente del Instituto de Cooperación Internacional de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), pronunció el pasado 9 de diciembre, en el marco de las Jornadas de Medicina Lanzarote 2024 de la Academia de Ciencias, Ingenierías y Humanidades de Lanzarote, de la que es vicepresidente, la conferencia «El estrés: asesino silencioso». La charla formó parte de las XIX Jornadas de Recuerdo y Homenaje al Doctor José Molina Orosa, que se celebraron en el Hotel Lancelot Playa de Arrecife.
El ponente inició su intervención definiendo el estrés y los mecanismos que lo producen y alertando de su grave riesgo para la salud. «La palabra viene del griego y significa causar tensión, y no es sino una adaptación del organismo ante la necesidad de ofrecer una respuesta a un estímulo. Se suele dividir en tres etapas según su primera definición médica: la alarma de reacción, la fase de adaptación y la fase de agotamiento, que es cuando surgen los problemas para la salud», explicó Calvo. La respuesta física al estrés, como explicó el experto, se inicia en la aceleración del ritmo cardíaco, que puede conducir incluso a su alteración, y deriva en problemas digestivos, hipertensión, colesterol alto, trastornos de sueño, irritabilidad y problemas en el contexto social y familiar.
Citando un estudio realizado sobre medio centenar de altos ejecutivos de destacadas empresas, Calvo explicó cómo una mala noticia llegó a incrementar la actividad de la amígdala cerebral un 300%, produciendo inmediatamente cortisol. Se trata de un mecanismo evolutivo de defensa del ser humano frente a un riesgo de muerte, pero que en la vida contemporánea se da en el ámbito laboral y con demasiada frecuencia, ya que el estrés crónico hace que el cortisol se libere de manera constante, alterando el funcionamiento cerebral y la creación del recuerdo, como sucede en el caso del estrés postraumático. A la larga, los efectos del estrés afectan a la toma de decisiones, tanto en el día a día personal como en el ámbito laboral.
Calvo definió los tres tipos de estrés negativo y el positivo consensuado por los expertos: el estrés agudo, el más habitual, que surge de exigencias y presiones recientes o anticipadas del futuro cercano, y que se somatiza con dolores musculares, problemas digestivos y sobreexcitación del sistema nervioso; el estrés agudo recurrente, habitual en personas que asumen muchas responsabilidades o las gestionan con desorden, que se manifiesta en irritabilidad, ansiedad y problemas cardíacos, y el estrés crónico, el más grave para la salud, que se asocia con enfermedades como la depresión y problemas cardiovasculares. En cuanto al considerado estrés positivo, el experto lo definió como aquel que nos produce bienestar y mejora nuestro rendimiento y siempre es de corta duración y sin efectos somáticos.