Pedro Nueno, profesor de la escuela de negocios IESE-Universidad de Navarra, presidente de la Escuela de Negocios Internacional China-Europa (Ceibs) y académico de número y presidente de la Sección de Ciencias Sociales de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre el inicio de un nuevo curso convulso para las empresas y la capacidad de sacrificio y negociación cara a cara que precisan estos momentos de crisis en los artículos «Correspondiendo», «Negociando» y «Manteniendo», que ha ido publicando en el diario «La Vanguardia» entre los pasados 21 de agosto y 4 de septiembre.
En «Correspondiendo», el académico rememora sus primeros años como docente y la dedicación que puso en establecer puentes, sin obtener ningún rendimiento económico o profesional inmediato, entre quienes habían sido sus profesores en la Universidad de Harvard y las incipientes escuelas de negocios hispanoamericanas. «Hay que tener valores y buscar siempre lo positivo de las cosas. Como esclavo con incertidumbre de supervivencia lo pasé muy mal, pero en el fondo quedaba muy bien traerles a los empresarios argentinos un prestigioso profesor de Harvard. Todo funcionó muy bien y aquella escuela es hoy la mejor de Sudamérica. Por cierto, en aquellos tiempos, viendo Latinoamérica como área clave para nuestro futuro, nos acabábamos de enterar de que China existía», explica.
Por su parte, en «Negociando» aborda el difícil curso que espera a las pequeñas y medianas empresas, constreñidas tanto desde la dificultad de encontrar la confianza de las entidades financieras como de la representación de sus trabajadores. «Hemos de entender y aceptar los problemas y negociar con rapidez la mejor solución para salir adelante y salvar la empresa, aunque sea vendiéndola, pero antes de que se destruya. Todo esto lo hemos de explicar muy bien. He puesto lo de vender la empresa como una posible solución, y algún empresario lo habrá visto como un insulto. Pensemos con conocimiento pero sin emociones. Negociando», aconseja.
Finalmente, en «Manteniendo», Nueno destaca el valor de la presencialidad en los negocios, pese al avance imparable de la digitalización, de la que hay que tomar los mejores recursos. «Si vamos digitalizando los procesos empresariales, como las ventas, ¿qué pasa con toda la capacidad negociadora de los vendedores? Si un comprador descubre que puede abaratar los costes logísticos de su compra en una zona determinada donde tiene mucha capacidad logística, ¿cómo le explica esto al ordenador de su proveedor? O ¿qué pasa si un cliente descubre que otro cliente está muy próximo y que pueden hacer un acuerdo logístico que les abarataría esos costes? Está claro que necesitamos excelentes informáticos, pero que no hemos de perder la capacidad negociadora proveedor-cliente y el seguimiento de la competencia y del avance tecnológico», concluye.