Ernesto Kahan
Profesor emérito de la Universidad de Tel Aviv, premio Albert Schweitzer y Premio Nobel de la Paz en representación de la Asociación Internacional de Médicos Contra la Guerra Nuclear, director de la Organización Mundial de Escritores y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Ernesto Kahan, académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), elabora un decálogo del buen médico en estos tiempos de pandemia y después de haber recibido de la Universidad de Tel Aviv el diploma al reconocimiento y el título de emérito tras 46 años de servicio. «Mis pensamientos adquieren forma de legados y testamentos, en especial para mis alumnos a quienes amo profundamente. Es precisamente su existencia la que me impulsa a escribir el presente mensaje, que es el resultado de toda una vida dedicada a la salud de los pueblos y el humanismo desde la profesión médica», señala.
«Desde Hipócrates, es reconocido que el médico tiene un compromiso con a) el nivel de conocimientos aceptados en cada época, b) las ineludibles habilidades para su ejercicio profesional, y c) las actitudes y valores necesarios para cumplir su cometido de ayudar al paciente. Usando mis concepciones científicas, humanistas y ético-filosóficas me propuse hacer un decálogo con mis consejos para el médico moderno, que abarque las principales obligaciones para lograr un óptimo desarrollo en su profesión».
Decálogo de Kahan
1. Actualizar los conocimientos. En lo posible y dada la enorme cantidad de datos y descubrimientos que a diario se producen, el médico debe desarrollar una conducta en la que todos los días, o casi todos, se enriquezca con algo nuevo y trascendente. Eso implica tener una metodología que le permita evaluar qué es lo nuevo y qué lo trascendente. Afortunadamente se han desarrollado criterios para esa evaluación y hoy se la conoce como la medicina basada en la evidencia (MBE). Es demostrable que muchas veces este procedimiento es equivocado, puesto que la experiencia, tanto del susodicho médico, como la del colega, son muy limitadas en número de casos, los libros casi siempre están desactualizados y los artículos en revistas médicas pueden estar influenciados por errores sistemáticos. La solución ante aquellos interrogantes se pueden encontrar en la MBE y a ella remito al médico para que encuentre una forma fácil de consultar y entender su correspondiente proceso y metodología. El estar actualizado es un deber que surge de la responsabilidad profesional. Para ello además, el médico cuenta hoy con muchas facilidades de educación médica continuada. Los responsables del ejercicio de la medicina deben proveer al médico de ese tipo de educación. Hoy día se están desarrollando e implementando mecanismos de evaluación del conocimiento del médico y regulaciones para su reacreditación; mas es el propio médico el que debe conocer los límites de su conocimiento y ser sincero consigo mismo y el paciente.
2. Asumir responsabilidad profesional y social. Esta responsabilidad está en total correspondencia con la misión del médico, la cual consiste en proteger la salud y defender la vida de sus pacientes, sin que ninguna barrera ideológica, racial, de sexo, étnica, nacional, religiosa, etc… lo impida. La responsabilidad profesional se entiende en nuestros días, como la aplicación de los conocimientos y habilidades existentes para conseguir la prevención de la enfermedad en sus tres niveles: primario, secundario y terciario. La prevención primaria que debe tener lugar cuando aún la enfermedad no ha aparecido, tiene como objetivo la remoción de los factores de riesgo; La prevención secundaria que es la que se debe hacer cuando la enfermedad se encuentra en estado inaparente (no hay signos y síntomas clínicos) y tiene por objetivo la detección precoz de las enfermedades mediante pruebas de tamizaje; La prevención terciaria se hace cuando la enfermedad ya está en su curso clínico, y con el propósito de evitar las complicaciones y mejorar la calidad de vida del paciente. La responsabilidad social es muy compleja y está relacionada con los factores sociales, económicos, militares (guerra), culturales, de violencia y ecológicos que afectan la salud o la vida de las poblaciones. Obviamente, estos aspectos están imbricados con las políticas de las sociedades y sus gobiernos.
3. Prepararse para tener habilidades y herramientas apropiadas para hacer una evaluación eficiente del problema del paciente. Establecer prioridades. Hacer un examen físico y anamnesis competentes. Identificar problemas ocultos. Realizar registros completos y eficientes. Hacer un plan de tratamiento y seguimiento de los pacientes en prevención 1a, 2a y 3a.
4. Dedicarse al paciente y hacer de él su principal preocupación. Esa dedicación está ligada a la confianza que fue depositada en el médico por el paciente. El médico que no pueda ejercer esa dedicación deberá comunicarse con el paciente y explicarle la situación.
5. Comunicarse con habilidad y respeto. Con el paciente en lenguaje claro y con compasión y paciencia; dando respuestas directas en lo que respeta a su problema, opciones para el apropiado seguimiento y tratamiento y aconsejando en aspectos de promoción y prevención. Con la familia del paciente. Con el personal del servicio médico. Con los colegas.
6. Planificar y organizar su práctica médica. Esta función la deberá realizar sea cual fuese su práctica, individual o colectiva y en privado o institucionalmente. Básicamente debe incluir la planificación, organización de sus actividades profesionales, la administración de los recursos disponibles y la evaluación de sus realizaciones. Con los resultados de esa evaluación deberá sacar conclusiones e implementar los cambios correspondientes.
7. Tener actitud y dedicación positivas para la docencia y la investigación médica. Goic A. en el libro «Conversaciones con Hipócrates», dedica un importante espacio a la enseñanza de los estudiantes y dice que «es un rol educador insustituible del médico ya que la formación de los nuevos médicos se inserta en una cadena interminable de transmisión de conocimientos y habilidades de una generación a otra» y hace referencia al juramento hipocrático en lo que concierne a este aspecto. Es estimulante que las escuelas de medicina y las importantes instituciones de servicios de salud, ofrecen numerosas oportunidades para que los médicos contribuyan a la docencia. Por otro lado la investigación médica se brinda a los médicos como un privilegio que les permite profundizar en los conocimientos de la ciencia médica. Para ello los médicos deberán aprender a dirigir investigaciones, a participar en reuniones científicas y a comunicar y publicar experiencias.
8. Tratar a los pacientes con respeto y compasión y considerando su tiempo, privacidad y recursos. Debe respetar la dignidad de los pacientes, escuchándolos y dando lugar a sus opiniones y derecho a involucrarse en el proceso de su diagnóstico y tratamiento. En el presente, dado el fácil acceso a la literatura y opiniones médicas, en especial por vía Internet, el médico debe responder y dialogar con el paciente acerca de las inquietudes provocadas por sus hallazgos en referencia a sus propios problemas. La privacidad y protección de la información confidencial es un derecho inalienable del paciente. También el médico deberá cuidar su prestancia y comportamiento honorable en concordancia con las costumbres de la sociedad en que actúa.
9. Tratar a los colegas con respeto. Cada vez más el trabajo en equipo y en interacción del médico, con colegas que tienen la misma especialidad o con otros de diferente, se ha transformado en una práctica saludable y necesaria, sin la cual es casi imposible desarrollar las prevenciones primaria, secundaria y terciaria de las enfermedades. En ese trabajo común e interaccionado, el mutuo respeto es esencial.
10. Ser honesto, reconociendo sus propias ventajas y limitaciones. Esa honestidad lo hará confiable y respetable en la sociedad en general y en la comunidad médica. Nada hay más reconfortante que ese reconocimiento. Lo firmo.