
Dr. Fernando Martínez-Pintor
Fernando Martínez-Pintor, director del Instituto de Reumatología y Antropología Médica de la Clínica Nostra Senyora del Remei de Barcelona, presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y presidente y fundador del Círculo Catalán de Psicosomática y Antropología Médica y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), ha sido nombrado académico correspondiente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz tras haber sido premiado por la propia institución por su estudio «De la urdimbre rofiana a la epigenética genealógica», una de las distinciones que cada año entrega la Real Academia a los trabajos que ponen en valor la figura y la obra del médico e investigador Juan Rof Carballo, considerado uno de los grandes pioneros de la medicina psicosomática. El otro premiado en esta categoría, también designado académico correspondiente, fue el investigador Agustín Luceño, por su trabajo «Pasado y presente de la medicina psicosomática en España».
Martínez Pintor ya había abordado la figura de Rof Carballo en la obra «Juan Rof Carballo. Medicina, psicología, antropología» (Dykinson), en el que participó con el capítulo «La medicina asistencial en Rof Carballo». Se trata de una completa monografía que puede ser una primera aproximación a quienes quieran conocer la figura de este científico. Rof Carballo (1905-1994) nació en Lugo, hijo del veterinario Juan Rof Codina, catalán afincado en Galicia desde los 24 años, tras ganar una oposición de Veterinaria Militar. Estudió medicina en Santiago de Compostela, Barcelona y Madrid. Al finalizar su carrera en 1932 se trasladó a vivir a Viena, tras conseguir una beca de la Junta de Ampliación de Estudios.
De regreso a España, realizó el doctorado en 1933 con una tesis sobre ácidos grasos insaturados, obteniendo la máxima calificación. En ese mismo año 1933 comenzó a trabajar con Carlos Jiménez Díaz. En 1936, estando de viaje a Berlín para ampliar su formación, se inició en España la Guerra Civil y Rof decidió no regresar hasta que acabó la contienda. A su vuelta, en 1939, se reincorporó con el profesor Jiménez Díaz en un instituto que este había creado, germen de la que hoy es la Clínica de la Concepción. Su figura como pionero de la medicina psicosomática y su visión antropológica de la enfermedad no encajó con los patrones de la medicina española de la época, como él mismo reconoció. No obstante, muchos los discípulos que tuvo, especialmente Francisco Martínez López, siguieron su estela e hicieron de esta especialidad una línea de trabajo e investigación reconocida internacionalmente y cada vez más practicada.
Miembro de diversas academias y sociedades médicas internacionales como la Academia Suiza para la Medicina Psicosomática y Psicosocial o la Sociedad Alemana de Medicina Psicosomática y Psicoterapia Médica, representante en España de la Sociedad de Intervención no Farmacológica y cofundador del Grupo Iberoamericano de Antropología Médica, Martínez-Pintor es autor de numerosos artículos y publicaciones en prensa especializada y de tres libros sobre las repercusiones que las emociones y el sufrimiento tienen sobre la enfermedad. Es conferenciante invitado habitual en congresos y universidades, ha organizado, colaborado y dirigido diferentes cursos de sociedades científicas, tanto españolas como europeas, y su línea de investigación se ha centrado en la búsqueda de marcadores bioquímicos de las emociones y, en particular, del sufrimiento humano, así como su eventual repercusión somática. Recientemente publicó en el número 25 de la «Revista de Psicosomática y Psiquiatría», editada por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y la Sociedad Española de Salud Mental Perinatal, el artículo «Factores biopsicosociales y bioética en el dolor crónico».