José María Bové, académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), cónsul general honorario de Austria para Cataluña y Aragón y presidente de Bové Montero y Asociados, una de las principales firmas españolas en el campo de la auditoría y la consultoría, participó en la VI Jornada de Investigación en Auditoria organizada el pasado 14 de noviembre por la Agrupación de Madrid del Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España en su Escuela de Auditoría. Bové reflexionó sobre la denominada coauditoría o auditoría compartida y su implantación en España en una animada mesa redonda junto a Emiliano Ruiz, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Cádiz, y Francisco Tusset, socio de la firma internacional de auditores Mazars.
El académico consideró que la coauditoría es una práctica que aunque a día de hoy en España se utiliza de forma residual se acabará generalizando siguiendo las recomendaciones de las instituciones europeas. De ahí que inste a las empresas a familiarizarse con ella. Y recordó que su reglamentación nació en 2014 como reacción a los escándalos financieros que golpearon en ese momento a las grandes economías mundiales. «El reglamento europeo sobre los requisitos específicos para la auditoría legal de las entidades de interés público defiende que la designación de más de un auditor legal o sociedad de auditoría favorece el ejercicio del escepticismo profesional y contribuye a aumentar la calidad de la auditoría. Y concluye que las entidades de interés público deben ser alentadas e incentivadas a designar más de un auditor legal o sociedad de auditoría que lleve a cabo su auditoría legal», señaló en un artículo reciente publicado en el diario económico «Cinco Días».
«El hecho de que una auditoría se realice con otro profesional de confianza y competencia probada consiente que se compartan fuerzas y riesgos, se crucen experiencias y puntos de vista complementarios, se enriquezca el debate y el sentido crítico y, en fin, se incentive el escepticismo. Hay más: la coauditoría minimiza la amenaza de familiaridad (o lo que es lo mismo, de pérdida de independencia), al tiempo que refuerza la posición de ambos profesionales ante eventuales embates procedentes del comité de dirección y del comité de auditoría», incidió.
El Instituto de Censores Jurados de Cuentas de España, creado en 1942, es una institución privada que agrupa a los censores jurados de cuentas de España y a las sociedades de auditoría de cuentas y tiene el reconocimiento de corporación de Derecho Público vinculada al Ministerio de Economía y Empresa. Defiende los intereses de sus miembros y vela por el desarrollo y buen funcionamiento de la actividad de auditoría a nivel nacional e internacional, con presencia en las principales organizaciones de auditoría, en las que participa de forma activa.
Entre sus objetivos destacan la promoción y divulgación de la relevancia del papel de los auditores en la actividad económica y social y en el incremento de la transparencia, el mantenimiento de la alta calidad profesional de sus miembros, el cumplimiento de las normas deontológicas y de los valores que son inherentes a la profesión: integridad, independencia y competencia profesional, la oferta de una amplia gama de servicios de calidad técnica a sus miembros, la formación permanente y continua, la colaboración en el desarrollo empresarial de sus miembros, la defensa de los intereses colectivos, la máxima representatividad de la corporación en todos los organismos reguladores públicos y privados para colaborar en el perfeccionamiento de la normativa y funcionamiento de la actividad en España y a nivel internacional.