Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y de la Real Academia de Medicina del País Vasco y académico de número y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914, destaca las cualidades del café, así como los riesgos de su consumo en exceso, en el artículo «Las consecuencias de una taza de café para la salud», publicado en el diario «El Correo» el pasado 11 de mayo. El académico incide, especialmente, en las consecuencias que puede llegar a tener para la salud un exceso de cafeína prolongado en el tiempo.
«El contenido de cafeína en el café depende de la variedad, sistema de tostado y preparación de la infusión. La variedad robusta aporta más contenido en cafeína que la arábica, aunque también depende de la altitud de los cultivos. El alcaloide ayuda a mejorar la concentración y el estado de alerta con sensaciones positivas hasta una ingesta de 250 mg de cafeína (casi 3 tazas de café filtrado al día), aunque la reacción depende del estado de salud, peso corporal, consumo de medicamentos y potencial hepático de metabolización de las xantinas a partir de la xantina oxidasa», inicia Aranceta su reflexión.
Para el experto, un consumo excesivo continuado tanto del café como de otras bebidas que contienen cafeína (té, cacao, mate, guaraná, las denominadas bebidas energéticas…) puede inducir una tolerancia a la cafeína y posteriormente una dependencia que llegaría a manifestarse en caso de supresión de la ingesta de café. También se han descrito posibles efectos desfavorables sobre los niveles de colesterol total y colesterol LDL en sangre y una reducción de los niveles de azúcar en sangre en pacientes con diabetes, lo que puede ser una de las causas de la menor prevalencia de esa enfermedad tipo II en adultos consumidores de café. La duración del efecto estimulante es de seis horas, aunque su acción funcional depende de cada persona y sus características, entre las que sin duda estaría su potencial hepático de la xantina oxidasa.
«La dosis compatible con un efecto más beneficioso sobre la salud cardiovascular, los niveles de glucemia y las capacidades cognitivas sería de entre 3 y 4 tazas de café solo, filtrado, al día sería. Podríamos plantear como recomendación general el consumo moderado de la variedad arábica de tueste natural, filtrado y sin azúcar ni edulcorantes. En caso de hipertensión arterial o consumo de medicamentos relacionados con el sistema nervioso, especialmente antidepresivos u otros fármacos que incorporen xantinas, es aconsejable consumir formas descafeinadas. Esta infusión no sería recomendable, sin embargo, en periodos de embarazo, lactancia y en mujeres postmenopáusicas con osteoporosis», concluye el académico.