Maria Àngels Calvo
Catedrática de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona; Académica de número de la Real Academia de Medicina de Cataluña, de la Real Academia de Farmacia de Cataluña, de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña, de la Real Academia de Doctores de España y académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Maria Àngels Calvo, académica de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ha comentado estos días en diversos medios de comunicación la influencia que puede llegar a tener el aire acondicionado en la propagación del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, a raíz de un primer informe realizado en China sobre su posible relación con varios contagios en un restaurante. Sin un resultado concluyente y basado en un caso aislado, este estudio sugiere que sin llegar el virus a detectarse en los conductos y aparatos de aire acondicionado analizados, sí pudo influir de alguna manera en que las corrientes de aire que origina facilitasen el viaje de las gotículas de alguna persona infectada sin mascarilla, al encontrarse en un restaurante.

Entrevistada por la cadena Cope y por el eldiario.es, Calvo asegura que «la investigación realizada en China, como mínimo, nos da una pista. Ellos mismos lo definen como un trabajo muy inicial, porque se basa sólo en un restaurante, pero alerta de la presencia de esas partículas que permanecen un rato en el aire y que los flujos del aire acondicionado pueden ayudar a dispersarlas con facilidad». En este sentido, la académica aconseja que los locales cerrados primen la aireación natural y alerta que deben evitarse los flujos de aire acondicionado que provoquen un efecto túnel o que caigan directamente donde hay personas.

«Todo ello sin olvidar tomar las medidas de seguridad necesaria en esos espacios donde es necesario el aire acondicionado, como el transporte público o las oficinas, y que básicamente son llevar las mascarillas adecuadas y conservar una distancia de al menos dos metros», recuerda Calvo. La académica alerta asimismo ante otros aparatos que mueven el aire y que también deben estar alejados de las personas, especialmente en espacios cerrados y poco ventilados.

Otro de sus consejos es que al igual que en los aviones existen filtros seguros que no dejan pasar nanopartículas, las empresas instalen en sus sistemas de aireación filtros seguros para atrapar el coronavirus e impedir así su circulación por espacios donde haya gente.

Artículo de eldiario.es (12 de mayo de 2020)