Teresa Freixes, académica de la RAED, reflexiona sobre los retos que afronta una Europa donde vuelven a aflorar los populismos
Teresa Freixes, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona, fundadora y presidenta de la plataforma Concordia Cívica y académica de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ha publicado el artículo «Quo Vadis Europa», donde reflexiona sobre los retos que afronta a corto plazo una Europa en la que vuelven a aflorar los populismos de todo signo y que parece haber renunciado definitivamente a su proceso constituyente.
«Europa ha sido ‘raptada’ por los populismos, la crisis, la tergiversación de los conceptos o, entre otras, la disolución de las antiguas certezas en las procelosas aguas de procesos como el Brexit, el fallido referéndum constitucional en Italia, el auge de la extrema derecha en Holanda y Alemania, las resistencias del Grupo de Visegrado sobre la postura común europea en relación con la emigración -inicia Freixes su artículo-. Estamos ante un verdadero problema europeo. ¿Qué quiere ser Europa? ¿Una Europa que pueda hacer frente a los nuevos desafíos o una Europa en dónde los que quieren destruirla (nacionalistas secesionistas y populistas) puedan obtener pingües ventajas?».
Para la académica, los recientes actos de celebración en Roma con motivo de los 60 años de integración europea, lo tenía muy claro en su lema: «No a los nacionalismos. No a los populismos». A partir de ahí, considera Freixes, se tiene que repensar Europa. La catedrática, firme defensora de una Europa a varias velocidades, denuncia que los intereses económicos y los efectos de la crisis han acabado teniendo unos efectos que han trascendido la dimensión política y que no siempre se han abordado con acierto desde los Estados con más peso político y económico de la Unión Europea.
Asimismo, considera que la ampliación de la Unión se ha abordado con más voluntarismo que planificación, sin tener en cuenta las consecuencias que ha acabado teniendo, con el Brexit como efecto paradigmático.
Convencida de que la Unión sólo puede funcionar con las garantías de seguridad y defensa de los Derechos Humanos que ya regulan sus leyes y tratados, Freixes insta a desplegar todos los mecanismos de que se ha dotado Europa para hacer frente, sin complejos, a los problemas a los que se enfrenta, desde los citados populismos a la crisis de los refugiados, sin primar exclusivamente los aspectos económicos.
«Necesitamos más Europa. Necesitamos que se alcen voces favorables a retomar el pulso europeo. Necesitamos poner en marcha de verdad la ciudadanía europea y que quienes están en las instituciones representativas sean de verdad representantes de los ciudadanos europeos y no correas de transmisión de sus respectivos partidos nacionales. Necesitamos que se oiga la voz de los representados. Toda distracción al respecto no hace más que entorpecer el ejercicio de los derechos de ciudadanía», concluye Freixes.