La RAED recordó al Nobel en el centenario de su nacimiento con un acto en el que participó su sobrino y el especialista en su obra Adolfo Sotelo
La Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) rindió homenaje a Camilo José Cela con motivo del centenario de su nacimiento con la sesión académica «Centenario de un premio Nobel: Camilo José Cela», celebrada en Barcelona el 27 de noviembre. La sesión, enmarcada en el ciclo «Personajes de la Historia» fue moderada por Xabier Añoveros, académico de número y vicepresidente de la RAED, y contó con la participación de Julio Pérez Cela, doctor en Ingeniería, sobrino del homenajeado y vicepresidente de la Fundación Camilo José Cela y Rosario Conde, y Adolfo Sotelo, catedrático de Historia de la Literatura Española de la Universidad de Barcelona, especializado en la obra de Cela.
Pérez Cela inició su intervención exponiendo los antecedentes familiares de Cela: su rama gallega, la de su primer apellido, y la inglesa, del segundo, hasta llegar al nacimiento del escritor en Iria Flavia. Se centró después en el hijo de Camilo José Cela, de quien explicó su trayectoria familiar y universitaria -es catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de las Islas Baleares– y sobre todo su empeño en resaltar y mantener viva la importancia de su madre, Rosario Conde, en la organización y éxito literario de su padre. Acabó su exposición con los orígenes de la Fundación en Guadalajara, donde vivió el escritor sus últimos años hasta su fallecimiento el 17 de enero de 2002.
Sotelo, por su parte, repasó la vida de Cela desde su infancia y juventud, resaltando la importancia que tuvieron en su futura vida literaria la posguerra, su implicación con la Falange, su cargo en el aparato de censura del Régimen y su amistad con muchísimos escritores y pensadores tanto oficiales como clandestinos de la España de entonces. El estudioso repasó una a una las obras del Nobel, desde «Pisando la dudosa luz del día», un poemario escrito en 1935 con mucha influencia lorquiana, de Pedro Salinas y de Pablo Neruda hasta la publicación de «La familia de Pascual Duarte», que aunque al principio no tuvo excesivo éxito, por lo tenebroso de su texto, poco acorde con una España que quería olvidar una guerra fratricida, la fuerza de su prosa la convirtió en una novela exitosa y rompedora, la más traducida del español después de «El Quijote».
Sotelo reseñó también obras de referencia como «Pabellón de reposo», una novela basada y escrita cuando se reponía de una recaída de tuberculosis en un sanatorio de la sierra madrileña, y «Nuevas andanzas y desventuras del Lazarillo de Tormes», previas a su obra cumbre: «La Colmena». Una novela que tuvo muchas dificultades de censura para su publicación y tuvo que ver la luz en Buenos Aires en 1952. El catedrático comentó asimismo con detalle la aventura literaria venezolana de Cela para escribir «La Catira» y los preparativos y desarrollo de su viaje a la Alcarria que culminó con la aparición del relato de viajes más original y leído en lengua castellana. Sotelo hizo también hincapié en la importancia de otras dos novelas: «Mrs. Caldwel habla con su hijo», sobre una curiosa y atormentada relación materno-filial, y «Mazurca para dos muertos», una de las tres novelas de contenido y desarrollo gallego que tenía previsto escribir, pero que quedó en una sola. Se trata de una novela de la Galicia rural con su crudeza, su poesía, su simbolismo y su realismo.