La Real Academia Europea de Doctores (RAED) celebró el pasado 27 de junio su tradicional cena de verano en la sede del Círculo Ecuestre de Barcelona, como colofón a una intensa jornada celebrada este año junto al Cuerpo Consular de Barcelona y la Academia de la Diplomacia del Reino de España, en virtud del convenio de colaboración suscrito hace dos años entre ambas instituciones. Los actos incluyeron la celebración de una Junta General Extraordinaria de la RAED, que aprobó la propuesta de reforma de los Estatutos y del Reglamento de Régimen Interior de la Junta de Gobierno, la presentación del nuevo Premio Patrimonio Mundial Federico Mayor Zaragoza y la entrega del Premio a la Excelencia Empresarial y del Premio a la Excelencia en la Medicina. Junto a la comunidad académica, compuesta por un nutrido grupo de académicos, familiares y amigos, participaron en las actividades, así como en el cóctel de bienvenida y en la cena de gala, el grueso de representantes del cuerpo consular en Barcelona y la comunidad de la Academia de la Diplomacia, encabezada por su presidente, Santiago Velo de Antelo.

La sesión se abrió con la intervención del presidente de la RAED, Alfredo Rocafort, quien destacó el alcance y los frutos de la colaboración con la Academia de la Diplomacia y con el Cuerpo Consular, como demostró el éxito de este acto conjunto, haciendo especial énfasis en la dimensión internacional de la Real Academia, la presencia activa de 18 premios Nobel como académicos de honor y la próxima celebración del IX Acto Internacional de la RAED, que tendrá lugar en marzo de 2026 a bordo de un crucero fluvial por el Rin en colaboración con dos prestigiosas universidades alemanas. Un mensaje que, además de proyectar el futuro, quiso subrayar el valor del saber compartido como herramienta de cohesión social y diplomática.

Le siguieron en el uso de la palabra Yosef David Sánchez-Molina, secretario general del Cuerpo Consular en Barcelona, y Maria Eugènia Gay, segunda teniente de alcaldía del Ayuntamiento de Barcelona. A continuación intervinieron la académica y vicepresidenta de la RAED Teresa Freixes, el embajador José Carlos Ruiz-Verdejo y la decana del Cuerpo Consular en Barcelona, Cecilia Surballe Rossana, todos ellos con palabras que reforzaron la idea de construir puentes entre la diplomacia, la cultura y la ciencia.

El académico emérito Ignacio Buqueras, presidente de la Fundación Adiprope para la Difusión y Promoción del Patrimonio Mundial de España, presentó el Premio Patrimonio Mundial Federico Mayor Zaragoza y compartió una referencia especial a la obra «El Patrimonio Mundial Cultural, Natural e Inmaterial de España», realizada por la fundación con el patrocinio de la RAED. Uno de los momentos más especiales fue la entrega del Premio a la Excelencia Empresarial, que el presidente de la RAED entregó en representación de las tres instituciones al empresario, filántropo y escritor Gabriel Masfurroll, académico de honor y embajador extraordinario de la Real Academia Europea de Doctores. Rocafort transmitió su admiración por la trayectoria profesional del homenajeado desde la fundación de USP Hospitales hasta su liderazgo actual en el Grupo Clínicas Mi y su reconocimiento a su compromiso social, su sensibilidad humanista y su capacidad para transformar el dolor personal en acción solidaria a través de la Fundación Alex.

Acto seguido se concedió el Premio a la Excelencia en la Medicina a Emilio García Ibáñez y a la Fundación García Ibáñez que lidera de manos del vicepresidente de la Academia de la Diplomacia, José Carlos Ruiz-Berdejo, quien destacó la trayectoria ejemplar en el ámbito de la otología y la investigación médica. La última parte del acto fue la incorporación de nuevos académicos correspondientes de la Academia de la Diplomacia: los también académicos de la RAED José María Bové y Maria Àngels Calvo, Michael Brandenburg, Aleksander Chkuaseli y Patricio Garcés. En representación del también académico de la RAED José Ángel Brandín, quien se encontraba en México, recibió el reconocimiento su hijo. Agradeció el reconocimiento en nombre de los nuevos académicos el actual embajador de Georgia en España Aleksander Chkuaseli, quien también recibió una placa de homenaje entregada por el Cuerpo Consular por su servicio como antiguo cónsul general en Barcelona.

Tras los actos institucionales, que clausuró Santiago Velo de Antelo, presidente ejecutivo de la Academia de la Diplomacia, se celebró la tradicional cena de verano conjunta entre las tres instituciones en un ambiente de distendida elegancia que fue la mejor celebración de la amistad institucional, la cultura del encuentro y el valor del servicio público que promete en convertirse en una nueva cita de referencia para la sociedad barcelonesa.