Rosalía Arteaga, expresidenta y exministra de Educación de Ecuador, presidenta de la Fundación para el Desarrollo de América Latina, reconocida activista por la educación y la infancia y académica de honor y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), presidió el pasado mes de julio la graduación del curso especializado «Fortalecimiento del liderazgo de las mujeres como agentes de cambio», organizado por la Fundación Hanss Seidel y la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social, un colectivo que está considerado como uno de los grupos de opinión más importantes de América Central. Con esta edición, la cuarta, son ya más de 200 personas las que han completado exitosamente el curso.
Arteaga impartió una charla en la que reflexionó sobre su aporte como mujer en política, los retos que ha enfrentado y como logró superarlos. En su visita, Arteaga se reunió también con la red de mujeres Sinergias, que trabaja en el desarrollo sostenible; con la Asociación de Mujeres del Valle de Jiboa; con miembros de la Red para la Paridad Electoral y visitó varios municipios rurales de El Salvador.
Por otra parte, la académica de honor participó también en la inauguración de la nueva sede de la Confederación Africana de Arquitectos y Diseñadores de Interiores, ubicada en la capital de Camerún, Yaundé. Esta iniciativa, que nació de un sueño personal, ahora se convierte en un proyecto público para destacar el arte arquitectónico y el talento de arquitectos y diseñadores de interiores africanos. Arteaga fue nombrada madrina de la casa. En el marco de su visita, también se reunió con autoridades de gobiernos y alcaldes de diversas regiones, quienes demostraron su interés en el Ecuador. Junto a Pierre Ismael, ministro de Arte y Cultura, visitó el Museo Nacional del Camerún. Para Arteaga esta visita ha significado la posibilidad de que autoridades del país africano y de Ecuador intercambien experiencias en áreas importantes como la educación.
A lo largo de más de dos décadas, Arteaga ha liderado transformaciones en el campo de la educación y la cultura en Ecuador. Además de ser ministra de Educación, se ha destacado por su liderazgo en temas educativos desde la sociedad civil, su compromiso con la democracia, la sostenibilidad ambiental y su capacidad para identificar problemas y diseñar iniciativas innovadoras, para generar un impacto social que el actual modelo de enseñanza online potenciado por la pandemia ahora favorece. La académica ha reforzado la imagen de liderazgo que ya tenía en América Latina tras su candidatura a la Secretaría General Iberoamericana, organización creada en el año 2003 que agrupa los 22 países que conforman la comunidad iberoamericana, y a la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas a propuesta de la organización juvenil Forward. Una candidatura popular que la ONU no llegó a formalizar pese a que prevé este tipo de iniciativas en sus reglamentos, pero que permitió a la académica de honor reivindicar el papel de la sociedad civil y más en particular de la juventud iberoamericana.