Fernando Martínez-Pintor, director del Instituto de Reumatología y Antropología Médica de la Clínica Nostra Senyora del Remei de Barcelona, presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y presidente y fundador del Círculo Catalán de Psicosomática y Antropología Médica y académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), protagonizó el pasado 4 de septiembre la sección de «La Contra» del diario «La Vanguardia», en la que reflexiona sobre el dolor y su tratamiento más allá de la farmacoterapia convencional, respondiendo así a una nueva vía para abordar el sufrimiento crónico que afecta a una buena parte de la población.
«Atendiendo no sólo a lo que le duele sino a dónde y cómo vive, lo que come, qué relaciones tiene, cómo le afecta el sufrimiento; esa es la antropología médica. Se describió en Alemania a mediados del siglo pasado. De ella nacen la medicina integrativa y la medicina holística. Cuando hablamos de estrés hablamos de sufrimiento, es la causa del 80% o 90% de las patologías que se ven en las consultas. El sufrimiento humano en el sentido de destrucción de la esencia de uno mismo o de su entorno próximo, que desencadena unas veces dolor, otras veces intestino irritable, acúfenos, picores, cistitis…», responde el académico a las preguntas de la periodista Ima Sanchís.
Martínez-Pintor destaca la importancia que empieza a cobrar en la medicina la neurociencia. «Sabemos que el ejercicio aumenta la producción de endorfinas bajando el nivel de estrés y ansiedad. En el último congreso internacional del dolor quedó claro que la kinesiterapia, la terapia por el ejercicio, es básica para recuperar a un paciente con dolor crónico. Que la carne roja es estresante, y la pasta y el arroz, relajantes. Hay que dormir bien, y para ello, mejor no ver series o películas violentas antes de acostarse», señala. En este sentido destaca la incidencia de los marcadores del sufrimiento en saliva y en sangre, como el cortisol, la testosterona o la alfa-amilasa partiendo de sus propios estudios sobre enfermos reumáticos, con un componente de sufrimiento emocional detrás de su enfermedad.
«La soledad, el desamor y el catastrofismo son causa de muchísimas enfermedades. Citando a José Baselga, la mayoría de los cánceres tienen detrás una persona que sufre. Parece que nos guste vivir en el todo va mal, cuando la realidad es bien distinta. Ahora se llevan los récords negativos. Necesitamos buenas noticias, que las hay, y pensamientos optimistas para estar sanos. A mí me llaman los pacientes para preguntarme si ha salido algo nuevo, una píldora de la felicidad. Esa píldora es ejercicio, relajación, buena alimentación, buen dormir», añade.
Martínez-Pintor explica que la hipnosis puede ayudar a superar muchos tipos de dolor, aunque ofrece dos remedios eficaces para superar muchos de los motivos de sufrimiento que se acaban somatizando: «uno es la ilusión, que es lo primero que desaparece en personas que sufren, volver a tener ilusión por cosas simples. El otro es el agradecimiento por lo que has hecho, por lo que tienes y por cómo eres; aunque no siempre la autoestima está al nivel, es algo que entrenar que aplaca el sufrimiento», concluye.
Miembro de diversas academias y sociedades médicas internacionales como la Academia Suiza para la Medicina Psicosomática y Psicosocial o la Sociedad Alemana de Medicina Psicosomática y Psicoterapia Médica, representante en España de la Sociedad de Intervención no Farmacológica y cofundador del Grupo Iberoamericano de Antropología Médica, Martínez-Pintor es autor de numerosos artículos y publicaciones en prensa especializada y de tres libros sobre las repercusiones que las emociones y el sufrimiento tienen sobre la enfermedad.
Es conferenciante invitado habitual en congresos y universidades, ha organizado, colaborado y dirigido diferentes cursos de sociedades científicas, tanto españolas como europeas, y su línea de investigación se ha centrado en la búsqueda de marcadores bioquímicos de las emociones y, en particular, del sufrimiento humano, así como su eventual repercusión somática. Recientemente publicó en el número 25 de la «Revista de Psicosomática y Psiquiatría», editada por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y la Sociedad Española de Salud Mental Perinatal, el artículo «Factores biopsicosociales y bioética en el dolor crónico».