El historiador mexicano Enrique Sada, colaborador de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre el papel de la delegación mexicana en la renovación del T-MEC, el tratado de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México en el artículo «Ideario juarista: Jared Kushner», publicado en el portal especializado Código Libre el pasado 7 de agosto. Citando las memorias recién publicadas por Jared Kushner, yerno del expresidente de Estados Unidos Donald Trump y delegado de su país en estas negociaciones, Sada describe como el representante mexicano nombrado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Jesús Seade, ni siquiera había leído el tratado, ya que propuso una fecha de caducidad inferior a la ya fijada y mucho más ventajosa para el país vecino.
«El representante y yerno de Trump narra que en 2018 Estados Unidos tenía problemas para que México y Canadá aceptaran su cláusula de caducidad bajo el argumento de que crearía incertidumbre en los inversionistas. Seade, nombrado como representante en las negociaciones por el presidente Andrés Manuel López Obrador, interrumpió la presentación de Kushner con su propia oferta que resultaba mucho más ventajosa para Estados Unidos y perjudicial para México. Seade desconocía que Kushner y el canciller mexicano Luis Videgaray en el sexenio de Enrique Peña Nieto ya habían trabajado juntos para acordar un vencimiento de 16 años, e interrumpió la introducción de Kushner de ese acuerdo para sugerir una expiración de 12 años, lo que resultaba en una vida útil potencialmente más corta que favorecía los objetivos estadounidenses a costa de los intereses mexicanos», explica el historiador.
Kushner explica en el libro cómo negoció con Videgaray y el secretario de Economía durante la presidencia de Peña Nieto, Ildefonso Guajardo, un trato en privado para que Guajardo solicitara 18 años, de modo que luego pudieran volver al periodo de expiración de 16 años. «Posteriormente, Kushner y Guajardo simularon la negociación ante quien fue el representante comercial de la Casa Blanca, Robert Lighthizer, para volver al acuerdo alcanzado originalmente entre Kushner y Videgaray permitiendo que Seade salvara las apariencias», señala Sada, quien añade una última confesión demoledora del yerno de Trump: «Después de que partiese la delegación mexicana, Lighthizer y yo nos miramos y nos reímos».
«La acusación constante de que ni siquiera él y su equipo leyeron el T-MEC antes de firmarlo, más que un error, parece una capitulación dolosa o deliberada con entera aprobación y conocimiento del Ejecutivo Federal. Sin embargo, por más increíble que parezca, el presidente López premió a Seade condecorándolo con la recién creada Orden de Miguel Hidalgo, consecuente con el ideario juarista que desde el Protocolo Churchwell hasta el Tratado Carvajal-Woodhouse ha marcado el entreguismo y servilismo ante el Gobierno de Washington», concluye el historiador.