Francisco López Muñoz
Profesor de Farmacología y vicerrector de Investigación y Ciencia y director de la Escuela Internacional de Doctorado de la Universidad Camilo José Cela. Académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Francisco López Muñoz, profesor de Farmacología de la Universidad Camilo José Cela y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), analiza la relación entre las sustancias psicotrópicas y de abuso más habituales y los índices de criminalidad en el estudio «Un reto de gran calado social: drogas de abuso y criminalidad», que presenta en la primera edición del proyecto Retos Vitales para una Nueva Era, impulsado por la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores junto a la RAED. La primera entrega de Retos Vitales vio la luz el pasado mes de abril en formato de libro con el objetivo de establecerse como un informe pluridisciplinar anual de referencia sobre la nueva realidad que surge tras la pandemia.
«El consumo de sustancias químicas con efectos psicotrópicos ha sido una constante histórica del ser humano, que hay que enmarcar no solamente en la vertiente sociosanitaria o jurídico-legal, sino en el más amplio círculo antropológico de la cultura. De hecho, la mayor parte de las civilizaciones han incorporado una droga diferente para complementar sus diversos ritos. Pero aparte de este uso místico o religioso y del uso terapéutico que diferentes agentes psicotrópicos han tenido a lo largo de la historia, este tipo de sustancias también han sido empleadas como instrumentos de evasión y/o placer. El uso ‘recreacional’ de las sustancias psicotrópicas ha constituido la base histórica del fenómeno de la drogodependencia, de tan nefastas consecuencias en las distintas sociedades. El problema de las drogas de abuso y su conexión con el desarrollo de conductas delictivas fue incrementándose paulatinamente en el mundo occidental durante el siglo XX, alcanzando su punto álgido en fechas relativamente recientes, de manos del movimiento contracultural de mayo del 68 y de la generación de la guerra de Vietnam. Esta situación fue entendida por Naciones Unidas como un problema de salud pública, creándose un Programa de Fiscalización de Estupefacientes y una Junta Internacional del mismo nombre para su control y erradicación», inicia el académico su reflexión.
Tras repasar las características, peculiaridades, historia y hábitos de consumo de las principales drogas de abuso (heroína y otros opiáceos, cocaína, cannabis, LSD, anfetaminas, éxtasis, psicofármacos, flunitrazepam, GHB, ketamina y fenciclidina) López Muñoz señala que si bien no existe un nexo causal definitivo entre consumo de drogas y delitogénesis, la mayoría de drogodependientes no delinquen y los que lo hacen no delinquen bajo el efecto de las drogas, la relación existente entre las drogodependencias y la comisión de determinados delitos es un hecho del que nadie duda hoy en día.
En este sentido, apunta cómo las Memorias de la Fiscalía General del Estado y los datos publicados en los Anuarios Estadísticos del Ministerio del Interior indican que algo más del 80% de los sujetos drogodependientes en las grandes ciudades cometen algún tipo de actividad delictiva y la mitad de los reclusos internos en los centros penitenciarios españoles lo son por delitos contra la salud pública, es decir, por tráfico de drogas. «Desde el punto de vista criminológico, el vínculo entre el uso/abuso de drogas y la delincuencia puede ser clasificado de acuerdo con una triple tipología, que ha venido a denominarse como delincuencia inducida, funcional y relacional», determina el experto.
Por otra parte, López Muñoz asegura que en materia de delincuencia inducida también hay que tener presente la implicación de las drogas de abuso en la génesis de siniestros de tráfico, según reconoció directamente Naciones Unidas en 1994. Según los datos del informe «Driving Under Influence of Alcohol, Drugs and Medicines», correspondiente a 2013, proyecto en el que participó la Dirección General de Tráfico, el 12 % de los españoles que conducían turismos habrían consumido alguna droga ilegal y/o alcohol antes de conducir. El 43 % de los conductores fallecidos en 2013 y analizados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses presentaron alguna sustancia psicoactiva en el organismo, siendo el alcohol la sustancia más común (67%), seguida de drogas ilegales (35,4%).
Retos Vitales para una Nueva Era ha iniciado su andadura con el compromiso de una cuarentena de científicos, entre ellos varios premios Nobel, exministros y exjefes de Estado, todos referentes en sus ámbitos de estudio, que aportarán sus propuestas para elaborar este completo y novedoso estudio. Una rigurosa guía de la denominada nueva realidad desde sus múltiples aristas.