Rosalía Arteaga, expresidenta de Ecuador y académica de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), aboga en su discurso «La ética en un mundo glocal» por un renovado derecho natural propio del mundo globalizado que conduzca a la Humanidad a un progreso común, igualitario y sostenible. «Ha llegado el momento de pensar en respuestas que respeten los comportamientos locales, las tradiciones, las culturas, pero que no dejen de pensar en términos globales, con el símil de la embarcación en la que nos desplazamos que no puede ser tratada como piezas que se ensamblan y que pueden separarse al arbitrio de quienes nos dirigen, porque el fracaso de un sector o de una parte, haría naufragar a la embarcación entera. No hay posibilidad de éxito si no actuamos en conjunto, de ahí la necesidad del enfoque glocal en el que nos hemos empeñado», señala la pensadora.
Arteaga realizó estas consideraciones en el marco del IV Acto Internacional-Congreso Europeo de Investigaciones Interdisciplinarias de la RAED, que llevó a los participantes en este encuentro a diversas capitales del Mediterráneo a bordo de un crucero que sirvió también de lugar de reflexión. Diciéndose deudora tanto de la moral forjada en la filosofía clásica y el Cristianismo como de las tradiciones precolombinas, la académica honoraria insta a la ciencia a trabajar con conciencia en pos de los derechos y el bienestar de las generaciones venideras.
«Pensemos, con optimismo, en la posibilidad de construir un mundo mejor, más equitativo, más ético, no basándonos en que las tesis utópicas sirven tan solo para marcar el rumbo, sino en la necesidad que tiene el ser humano de sobrevivir, de progresar, de ser más humano si cabe el término, y para ello hay que trabajar desde los más diversos espacios, como una especie de ‘task force’ multidisciplinario en el que podamos actuar con sentido de pertenencia humana, con visión de futuro, con desprendimiento y con solidaridad», zanja Arteaga.