«En las próximas semanas y meses habrá llamadas a paralizar la economía catalana. ¿A quién beneficia realmente eso?»

Oriol Amat, catedrático de Economía Financiera de la Universidad Pompeu Fabra y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona en el artículo «Els drets humans són fonamentals però sense oblidar el diàleg i el bon govern», de próxima aparición, sobre la importancia de la gestión como pilar en la defensa de los postulados soberanistas del Gobierno de la Generalitat. Diputado independiente de Junts Pel Sí, Amat considera que la defensa de los Derechos Humanos que se realiza desde diversos sectores independentistas resulta fundamental, aunque «sin olvidar que las oportunidades para el diálogo y el buen gobierno deben estar entre las prioridades».

«Cataluña tiene retos fundamentales en muchos ámbitos y entre los problemas más complejos están los de orden político por su relación con España. Esta relación es realmente muy mala y de solución enormemente complicada visto lo que hemos visto en los últimos dos años. Y también hay graves carencias relacionadas con la democracia y los Derechos Humanos. Desde Cataluña las soluciones no son fáciles, pero nos irá mejor si hay un buen nivel de coordinación entre las diferentes visiones y ensanchamos la base con hondo trabajo, tenacidad, pacifismo y diálogo», considera Amat.

Oriol Amat: derechos humanos, dialogo y buen gobierno

Dr. Oriol Amat

Para el académico, la magnitud que han alcanzado los problemas políticos que sacuden Cataluña no debe impedir gestionar bien los recursos disponibles y las competencias actuales del Gobierno autonómico, aunque sean limitados. «Y buen gobierno -explica Amat- significa tener un plan estratégico con los diferentes ejes que deben asegurar que se contribuye a mejorar el bienestar de la gente y la competitividad del país».

«En las próximas semanas y meses habrá llamadas a paralizar la economía. Hay que evaluar bien las consecuencias de las acciones que se promuevan, ya que algunas pueden tener efectos contrarios a los que se quieren conseguir. Si la economía va peor hay que pensar, como dice la expresión latina ‘cui prodest’, en quién se beneficia. La respuesta es muy sencilla: sólo hay que recordar que ha promovido, difundido y exagerado todo tipo de catastrofismos sobre nuestra economía en los últimos tiempos», concluye el académico.