Josep Moya, psiquiatra especializado en personas en situaciones de vulnerabilidad y académico electo de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), analiza lo que define como un proceso de degradación progresiva de la Atención Primaria, tanto en Cataluña como en el resto de España, en el artículo «La crisis de la Atención Primaria de Salud», que publicó en el portal especializado 65ymás el pasado 7 de noviembre. Moya es psiquiatra y psicogeriatra del Servicio Especializado de Atención a las Personas Mayores del Baix Llobregat y del Centro de Intervención Psicológica y Análisis Social, fundador del Observatorio de Salud Mental y Comunitaria de Cataluña y un gran conocedor del sistema sanitario y sociosanitario catalán.
«Durante años, la Atención Primaria de Salud ha alcanzado tanto en Cataluña como en el conjunto de España unos niveles de alta calidad, y ello ha repercutido positivamente en el resto de los niveles asistenciales, el hospitalario y el sociosanitario, ya que estos han podido realizar su tarea a partir de los filtrajes adecuados de la Atención Primaria. No obstante, en los últimos años se viene produciendo un proceso de degradación progresiva. En este contexto, muchos profesionales han denunciado que la Atención Primaria ha sido siempre la hermana pobre del sistema sanitario, pero ahora es la hermana paupérrima, con problemas de financiación graves y demoras intolerables en las citas», inicia el académico electo su argumentación.
Moya añade que, para acabar de complicar la situación, en los próximos cinco años se producirá un máximo de jubilaciones de médicos; en concreto, hasta el año 2026 se jubilarán el 20 por cien de todos los médicos en activo, según datos del Consejo de los Colegios de Médicos de Cataluña y del Colegio de Médicos de Barcelona.
«Estos datos muestran la gravedad del problema. Sin médicos y sin personal de enfermería, la Atención Primaria de Salud acabará desapareciendo. Las consecuencias de esto son previsibles y, de hecho, ya se están dando en el momento actual. En primer lugar, la canalización de las consultas hacia la atención hospitalaria, con la correspondiente sobrecarga de las urgencias hospitalarias y de las hospitalizaciones. En segundo lugar, la disminución radical de la calidad asistencial que, afectará, de manera predominante, a la población infantil y a los mayores de 65 años, los principales usuarios de la atención primaria. Todo ello provocará un aumento de la morbilidad y de la mortalidad», prosigue el experto.
El académico considera que las causas de esta situación, predecible, se encuentran en la ausencia de una planificación adecuada, las limitaciones de la carrera profesional, diseñada básicamente para médicos que trabajan en hospitales y tienen acceso a la investigación y a la docencia, ambas con una presencia simbólica en la atención primaria, y, por ende, el prestigio social. En cuanto a las condiciones laborales, Moya incluye los salarios, muy inferiores a los de otros países de la Unión Europea, y aspectos como la desaparición progresiva del concepto de equipo, la excesiva burocratización, que comporta una dedicación considerable de tiempo a tareas administrativas, y la poca autonomía en la gestión, que dificulta la toma de decisiones.
Como soluciones, el académico electo plantea la necesidad de aumentar el número de estudiantes de las facultades de medicina, así como el número de plazas MIR, hacer más atractiva la especialidad de medicina familiar y comunitaria, implementar mejoras en los salarios de los médicos y del personal de enfermería y conseguir que los profesionales de los CAP sientan que forman parte de la comunidad en la que trabajan y se les valora como elementos fundamentales del tejido social.