Naohito Watanabe, cónsul de Japón en Barcelona y académico de honor de la RAED, impulsa el acercamiento entre las sociedades japonesa y española
Naohito Watanabe, cónsul general de Japón en Barcelona y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), fue el invitado de los encuentros que organiza el barcelonés Círculo del Liceo con personalidades de la cultura, la política y la empresa. Watanabe impartió la charla «Japón, lejano y cercano. Coyuntura histórica de acercamiento mutuo», en la que abordó aspectos sobre la cultura japonesa, sus similitudes y lazos con la cultura española y catalana y la necesidad de estrechar la interrelación entre ambas sociedades. El acto, celebrado el pasado 13 de noviembre en un formato de almuerzo-coloquio, estuvo encabezado por el presidente del Círculo, Francisco Garnier, y su vicepresidente, José García Reyes.
Para Watanabe, la estrecha relación que mantienen hoy en día Japón y España, y de una forma más intensa y específica Cataluña debido al turismo y los crecientes intercambios culturales y comerciales, apuntan la necesidad de un vuelo directo entre Barcelona y Tokio. A día de hoy, de España a Japón sólo se puede viajar sin escalas desde Madrid. Una necesidad que el propio cónsul afirmó que ha asumido como un reto personal. Watanabe destacó también el interés creciente de la sociedad española y catalana por la cultura y el idioma japonés y se felicitó por las acciones del Consulado en la promoción de estos estudios.
El académico de honor de la RAED se detuvo en dos hitos históricos que demuestran que el interés recíproco entre Japón y Cataluña no es fruto del turismo o de la pasión que provocó el arte japonés en Europa a principios del siglo XX. «El intercambio entre Japón y Cataluña y España se remonta al siglo XVI, cuando cuatro jóvenes (Mansyo Ito, Miguel Chijiiwa, Maltino Hara, Julian Nakaura) fueron enviados por tres clanes de samuráis cristianos (Ootomo, Arima y Oomura) de Kyushu, isla del sur de Japón, a Roma. La expedición también visitó Barcelona y Montserrat. También en el siglo XVII, la embajada de Keicho dirigida por el samurai Tsunenaga Hasekura, visitó Europa y la Santa Sede y también viajó a Barcelona, Igualada y Montserrat con el objetivo de difundir el cristianismo en Japón y establecer comercio con España», explicó en su charla.
Watanabe también destacó cómo en la Exposición Universal de Barcelona celebrada en 1888, Japón participó con sus exóticas muestras artísticas de cerámica, pinturas, grabados de madera, artesanías, abanicos, lacas, textiles, muebles y hasta una casa tradicional japonesa construida en el parque de la Ciutadella que suscitó gran interés y curiosidad y atrajo a artistas, coleccionistas, literatos e intelectuales. En este sentido, destacó la figura de Madamme Sadayakko, considerada la primera actriz japonesa, que se convirtió en la musa del Modernismo y llegó a Barcelona en 1902.