El Dr. Enrique Moreno González ingresa como Académico de Honor de la RAED

Dr. Enrique Moreno

El Excmo. Sr. Dr. Enrique Moreno González, Doctor en Medicina y Cirugía, ingresa como Académico de Honor de la Real Academia Europea de Doctores, con el discurso «Aspectos fundamentales e inéditos del trasplante de órganos abdominales. Experiencia personal en el Hospital Universitario Doce de Octubre».

Responde: Excmo. Sr. Dr. Francisco González de Posada, Dr. Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos

Salón de actos de la Real Academia Nacional de Medicina de España, en C. Arrieta, 12, Madrid

Jueves, 06 Marzo 2025

18:00 h

Formato: Presencial y streaming

Inscripción: Se ruega confirmación de asistencia en Secretaría: secretaria@raed.academy o al tel. 93 667 40 54

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Introducción al discurso «Aspectos fundamentales e inéditos del trasplante de órganos abdominales. Experiencia personal en el Hospital Universitario Doce de Octubre», por el Dr. Enrique Moreno

Constituye un honor no esperado y menos aún merecido que se me haya dado el nombramiento de Académico de Honor de la Real Academia Europea de Doctores. Agradezco esta distinción al Excmo. Sr. Don Francisco González de Posada a cuya amistad y confianza, debo este gran honor, que hoy se me hace llegar como un regalo que guardaré siempre conmigo para que me sirva de iluminación y no me aparte del camino que mantenga mi espíritu en beneficio de los demás.

He elegido para esta ocasión un título que recuerde siempre el esfuerzo, la dedicación, de aquellos que han tratado de abrir la puerta de la esperanza en casos desesperados, condenados antes a una muerte cierta, por carencia de conocimiento y ausencia de posibilidades terapéuticas. Mi intención es dar a conocer el esfuerzo realizado para que puedan curarse aquellos que no tenían opción, buscando formas terapéuticas eficaces, que destierren de forma permanente en la enfermedad, causa indiscutible del fallecimiento.

Desde hace muchos años la idea para obtener la curación era sin duda la eliminación del órgano enfermo y cambiarlo por otro sano, que permitiera su funcionamiento, y con ello la vida del ahora sano durante todos los años que el resto de órganos o sistemas mantuviera.

Sin duda, tras múltiples exámenes y especialmente investigaciones para obtener el funcionamiento de órganos no vitales, que permitieran la reposición de su función, ya perdida como prolegómenos de un proyecto más ambicioso que sustituyera órganos vitales que permitieran devolver la vida a aquellos pacientes condenados sin posibilidades terapéuticas de su enfermedad.

Inicialmente, el órgano seleccionado fue el riñón, para tratar la insuficiencia renal terminal. Sin embargo, el mayor problema radicaba en la obtención de una donación, aceptándose el cadáver, o el donante vivo, y muy especialmente el xenotransplante. Quiere esto decir que años más tarde pudo demostrarse que se estaba utilizando un factor, el más importante, de una calidad discutible. En poco tiempo, donación y sistemas de mantenimiento del órgano constituyeron los dos factores de mayor relieve para obtener el éxito del trasplante. No obstante, deterioro funcional del órgano donado, infección y rechazo por parte del receptor, parecieron como los verdaderos problemas imposibles de superar, como una barrera que impedía su desaparición, necesaria para progresar, en las investigaciones que permitieran los cambios precisos para obtener las modificaciones que facilitaran un cambio sustancial en los conceptos, donación, perfusión de órganos, mantenimiento de sus estructuras, capacidad de recuperación funcional tras el implante, y estabilidad de la recuperación obtenida que permita la buscada y necesaria actividad funcional.

Ha de reconocerse, que, independientemente de los factores enunciados, cobra mayor importancia, como se mencionó al principio, inmunosupresión, terapéutica, antiinfecciosa, y preservación histológica. Hechos que cobran mayor importancia con el advenimiento de la ciclosporina, de tal forma que se aceptó, entonces, establecer a tenor de los resultados de su utilización, época pre y post ciclosporina, de resultados diferentes, hasta tal punto que se inicia la aceptación de este inmunosupresor que anima a la mayor parte de los grupos a su utilización, cambiando, drásticamente, los resultados del trasplante de órganos sólidos, primero el riñón y a continuación el hígado.