Teresa Freixes, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona y académica de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ha reiterado durante una conferencia que pronunció el pasado 27 de noviembre en el Ateneo de Madrid la necesidad de impulsar un modelo educativo único en España que acabe con los 17 actuales, uno por cada Comunidad Autónoma, bajo los parámetros de libertad y construcción de un espíritu crítico que marcan los principales tratados internacionales sobre educación suscritos por España.
«Estamos dolorosamente hartos de que la educación esté sirviendo como instrumento manipulador de nuestros jóvenes y no les prepare para una vida adulta basada en el libre desarrollo de su personalidad, fundado en derechos y obligaciones», inició Freixes su reflexión al discurso «Educación en libertad». Para la académica, tanto los diferentes gobierno del Estado como de las Comunidades han primado en sus políticas educativas los intereses partidistas.
«Desde que pudimos, trabajosamente, instaurar la democracia y aprobar la Constitución de 1978, la enseñanza ha constituido el caballo de batalla más ideologizado del debate social y político. Izquierda, derecha, nacionalistas… cada cual ha centrado sus intereses en el ámbito de la educación, sin tener a veces en cuenta que el modelo educativo es el pilar fundamental no sólo para la formación de la persona, sino para la construcción de la ciudadanía».
«Según como se han ido formando las sucesivas generaciones se han ido construyendo o destruyendo sociedades, pueblos, naciones, estados e imperios. El problema que hemos sufrido es que, siendo o no conscientes de ello, los impulsores de las sucesivas reformas y contrarreformas han tenido más en cuenta sus intereses partidistas, intentando construir sociedades a su medida, que la formación de lo que Bobbio definía como ciudadanos participativos, libres y conscientes y Habermas reclamaba como democráticos sujetos de derechos constitucionales de los cuales se pudiera estar patrióticamente orgullosos», reflexionó Freixes.
La pensadora apeló al Estado a que asuma las plenas competencias en educación que le permite la Constitución para construir un modelo único que se fundamente en la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Convenio Europeo de Derechos Humanos, la jurisprudencia del Tribunal de Estrasburgo, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales, la Carta Social Europea y la Convención de la Unesco contra la Discriminación en la Esfera de la Enseñanza.