«La candidatura de Valls representa el espíritu del Tratado de Maastrich cuando crea la ciudadanía europea»
Teresa Freixes, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Barcelona y académica de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), considera que la candidatura del exprimer ministro de Francia Manuel Valls a la alcaldía de Barcelona supone un espaldarazo a los postulados europeístas, en tanto que hacen realidad la posibilidad de que cualquier ciudadano de la Unión Europea no sólo pueda ejercer sus derechos laborales en cualquier Estado de la Unión, sino que pueda desarrollar con naturalidad las responsabilidades de un cargo electo.
«Una cosa que hay que tener en cuenta y que ni la prensa francesa ni la española muestran es el valor europeo de la candidatura de Valls -considera la académica-. Ese es el espíritu del Tratado de Maastrich cuando crea la ciudadanía europea y, entre los derechos de ciudadanía, el de ser elector y elegible en elecciones municipales y al Parlamento Europeo. Ello está en el sueño de Jean Monnet, en el de Altiero Spinelli y en el de todos aquellos que hemos contribuido a ‘hacer Europa’. La Unión Europea tiene que ser una Europa unida.
Y para ello, lo que está comenzando a acontecer, la existencia de políticos europeos en los Estados miembro, las candidaturas transnacionales (que no llegan para las próximas elecciones europeas pero sí para las siguientes) y el trabajo conjunto entre la ciudadanía de los distintos Estados tiene que convertirse en moneda común en los próximos años».
Fundadora y presidenta de la plataforma Concordia Cívica, para Freixes la presencia de Valls en una campaña por la alcaldía de una gran ciudad europea con la que mantiene vínculos tras liderar el Ejecutivo de otro Estado es el mejor ejemplo para reforzar una Unión Europea que periódicamente se halla inmersa en una crisis de identidad. «Hay que hacer valer Europa. Esa Europa que atraviesa días difíciles, con los populismos y los nacionalismos en alza. Tenemos que hacer que también esté en alza el espíritu europeo y Valls nos da un gran ejemplo de que es posible».