Ignacio Buqueras
Académico de número de la Real Academia de Doctores de España, presidente de honor de la Fundación Independiente y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Ignacio Buqueras, académico de número de la Real Academia de Doctores de España, presidente de honor de la Fundación Independiente y académico numerario de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica con motivo del 110 aniversario del nacimiento de la Madre Teresa de Calcuta el proyecto Ciudad del Alzheimer Madre Teresa, que promueve la Fundación Padre Damián y Madre Teresa. El académico es un destacado impulsor de iniciativas nacidas en el seno de la sociedad civil, como la Confederación Española de Organizaciones de Mayores, la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles o la Asociación Nacional Sociedad Civil Ahora, que celebró el pasado febrero su primer congreso. Es asimismo presidente del Consejo Asesor de la citada Fundación Padre Damián y Madre Teresa.
La Ciudad del Alzheimer Madre Teresa (en el aniversario de la Santa Madre Teresa de Calcuta)
El 26 de agosto hizo 110 años que nació la Madre Teresa de Calcuta. Inés Gonxha Bojaxhi, nació en Skopie -Macedonia- el 26 de agosto de 1910. Su padre, comerciante bastante adinerado, falleció de una hemorragia cuando ella tenía 9 años. Su socio se apropió de sus bienes. Su madre, Drake, vivía diariamente los preceptos evangélicos visitando a pobres y enfermos, acompañada de sus tres hijos.
Inés, sintió su vocación religiosa a los 12 años. Cuando tenía 18 años, en peregrinación al Santuario de la Virgen Negra de Letnice, tomó la decisión de su consagración religiosa. En los ejercicios espirituales de San Ignacio se formuló con fuerza la pregunta: «¿Qué hago por Cristo?». En 1928 ingresó en el Instituto de la Beata Virgen María, las hermanas de Loreto, una orden por la que ella se había interesado, ya que mandaba a las hermanas a la India. Su llegada a Calcuta fue el 6 de enero de 1929. El 23 de mayo del citado año, Inés recibió el hábito religioso, adoptando el nombre de María Teresa del Niño Jesús. Dos años más tarde recibió los votos temporales mandándola al suburbio Entally de Calcuta, donde ejerció de profesora. Los domingos recorría los barrios marginales para ayudar a los más pobres.
El 24 de mayo de 1937, en Darjeeling, profesó los votos perpetuos y se convirtió, según sus palabras, en «la esposa de Jesús para toda la eternidad». Próximo al convento donde residía, se encontraba un barrio tremendamente degradado donde Madre Teresa encontró y atendió a niños desnudos, sucios, gente con hambre… Muy pronto la Madre Teresa fue conocida por su entrega en el duro trabajo desarrollado, su capacidad organizativa, su generosidad y coraje. Pero también por su oración.
Calcuta vivía horrores, sangre y desesperación, lo que afectó a la salud de la Madre Teresa, por lo que su superiora la mandó fuera de Calcuta a hacer unos ejercicios espirituales a Darjeeling. En su trayecto en tren, según ella, recibió la «llamada en la llamada». Jesús le dijo: «Tengo sed». No de agua, sino de amor. Desde ese momento la Madre Teresa transmitió a propios y extraños que Jesús le había solicitado que fundase una comunidad religiosa totalmente dedicada al servicio de los más pobres entre los pobres, lo que hizo su razón de vivir. El 15 de agosto de 1948 su objetivo se hizo realidad y cambió su túnica negra de las hermanas del Loreto por el sari blanco con tres rayas azules, en honor del manto de la Virgen. A partir de ahí, salió del convento, y se sumergió en el mundo de los pobres.
El 7 de octubre de 1950 nacen las Misioneras de la Caridad. Su tarea prioritaria era atender a los más necesitados, los marginados, los enfermos, moribundos… Su primera sede fue una minúscula casa en la que convivían 12 monjas. Los requisitos para ingresar eran la santidad y la felicidad. Las hermanas destacaban, a pesar de la fuerte entrega emocional a su trabajo y al apostolado, por su permanente sonrisa y la alegría que irradiaban sus ojos.
En 1962 recibió el premio Padma Shri, la máxima distinción civil india. Sus reconocimientos internacionales fueron múltiples. Entre ellos el Premio Nobel de la Paz en 1979. Destacada fue su intervención en Naciones Unidas, invitada por su secretario general, que la presentó como «la mujer más poderosa de la tierra» por atender a los más pobres de todos los continentes. La Madre Teresa, disgustada por la presentación, dijo: «Yo soy sólo una pobre mujer que reza». Finalizó su intervención mostrando su rosario e invitando a todos a rezar.
En 1989, a sus 79 años, se iniciaron sus graves dolencias de corazón, que la obligaron a largas hospitalizaciones para la implantación de marcapasos. En 1990, como superiora de la orden presentó su dimisión al papa, que el Capítulo General no la aceptó por unanimidad. En la Casa Madre, en Calcuta, continuó desarrollando una ingente labor. El teléfono sonaba día y noche y ella atendía a todos. La orden estaba integrada por unas 4.000 hermanas y alrededor de 400 hermanos, distribuidos en 610 casas en 123 países. Pasada la Navidad de 1996, después de una enésima hospitalización, renunció a su alta responsabilidad. En marzo de 1997, desde una silla de ruedas, bendijo a la nueva superiora general, aunque ella continuó en activo diciendo: «Todavía tengo mucho que hacer».
El 5 de septiembre de 1997, dentro de unos días hará 23 años, falleció afectada por un nuevo ataque al corazón. El Gobierno indio organizó un funeral de Estado como sólo había hecho con Gandhi. Se le dio el estatus de gran alma. El 13 de septiembre, en el Estadio Netaji de Calcuta, se celebraron sus exequias ante personalidades de todo el mundo. Asistieron la Reina Sofía y el padre Ángel, de Mensajeros de la Paz, que había tenido varios encuentros con la Madre Teresa, y que bendijo su tumba. Su entierro fue en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad, en una tumba muy sencilla y una capilla muy humilde, lugar de peregrinación y oración.
El 19 de octubre de 2003, la Madre Teresa fue declarada beata. El 4 de septiembre de 2016, la Iglesia proclamó Santa a la Madre Teresa. Con anterioridad, la ONU en su honor había fijado el 5 de septiembre de 1993 Día Internacional de la Caridad.
Considero importante, en esta fecha aniversario, y en los gravísimos momentos que estamos sufriendo, informar brevemente sobre la Ciudad del Alzheimer Madre Teresa, que promueve la Fundación Padre Damián y Madre Teresa. Esta Fundación, de carácter benéfico cultural, tiene como objetivo prioritario la atención y asistencia terapéutica de enfermos de Alzheimer, la investigación y puesta a disposición de los mismos medios y cuidados terapéuticos y para mejorar la calidad de vida de sus familiares. La futura Ciudad del Alzheimer Madre Teresa estará ubicada en la finca que a puesto a nuestra disposición la Congregación de los Sagrados Corazones en El Escorial.