La biomimética centra la inauguración del nuevo curso de la Real Academia de Doctores de España
Arturo Romero, académico de número de la Real Academia de Doctores de España, abordó el tema de «La bioinspiración como herramienta de la tecnología» durante el discurso inaugural del Curso Académico 2018-2019 de esta institución, celebrado en Madrid el pasado 17 de octubre bajo la presidencia de Antonio Bascones y en presencia de más de 200 académicos e invitados entre los que se encontraban el presidente de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), Alfredo Rocafort; la académica de número en ambas instituciones Maria Àngels Calvo, y el académico de número electo de la RAED Aldo Olcese, en lo que fue una muestra de la estrecha relación que mantienen las dos Reales Academias.
Romero destacó cómo a lo largo de la historia la naturaleza ha sido una recurrente fuente de inspiración para el desarrollo de la ciencia y la tecnología. Basta con apreciar los ingenios de Leonardo da Vinci o la génesis de las teorías de Isaac Newton. Sin embargo, no fue hasta la década de los años 70 del siglo pasado cuando se introdujo el concepto del biomimetismo para definir un proceso de innovación basado en la imitación de sistemas biológicos que hoy en día, cuando la sostenibilidad es una necesidad imperiosa ante el agotamiento y degradación de las fuentes naturales, cobra un significado especial.
«La inteligencia colectiva es la que hace de los algoritmos bioinspirados candidatos perfectos para buscar soluciones cuando se presentan problemas no determinísticos en los campos de la economía, el comercio, la ingeniería, la industria o la medicina -señaló Romero en su exposición-. Los algoritmos de optimización por colonia de hormigas se han utilizado en muchos campos y situaciones que pueden ir desde el cálculo de rutas de una flota de transporte, planificación de los horarios de vuelo del personal aéreo, fabricación de automóviles u optimización dinámica de procesos químicos hasta las redes neuronales, optimización de funciones numéricas, sistemas difusos, procesamiento de imágenes, control de sistemas o inteligencia artificial».
El académico instó a sus colegas a conocer los últimos avances bioinspirados por su potencial en numerosos campos de la ciencia y la tecnología. «La imitación y recreación de algunas características de los sistemas biológicos en sistemas inanimados o tecnológicos es una buena estrategia para resolver muchos problemas que se plantean en nuestras sociedades. A medida que el funcionamiento del mundo creado por las actividades humanas se vaya pareciendo al funcionamiento del mundo natural mayores serán nuestras posibilidades de permanecer en él», concluyó.