El historiador mexicano Enrique Sada reflexiona sobre la huella que dejó Napoleón y las ideas ilustradas en la actual configuración política y social de su país y en el equilibrio geoestratégico con Estados Unidos. Sada hace estas reflexiones en el artículo «El camino hacia la libertad: el legado napoleónico en la independencia de México», que publicará la revista de la Real Academia de Doctores (RAD), Tribuna Plural, en su número 8, de próxima aparición. La publicación da así continuidad al monográfico que dedicó al Congreso Internacional de Investigación, Innovación y Desarrollo Regional que la RAD celebró en México junto a la Comunidad de Instituciones de Educación Superior de La Laguna (Cieslag), la Universidad Autónoma de Coahuila y la Universidad La Salle Laguna.

Para Sada, el libertador mexicano Agustín de Iturbide, «siguiendo a Napoleón como el espíritu dominante de su tiempo, garantizó la igualdad de todos los mexicanos bajo la ley, suprimió la esclavitud y la desigualdad racial, estableció una división de poderes cuando fácilmente pudo retener el poder en su persona, sentó las bases de una democracia a través del plebiscito o la consulta interna a las provincias cuando nunca habían sido tomadas en cuenta, propuso un atinado sistema electoral para las mismas e instauró una monarquía constitucional moderada, adelantándose en esto y en todo lo anterior a la Europa y aún a la misma España que se presumía liberal».